domingo, 31 de julio de 2011

Senda de Camille Etapa 3

22/7/11

Arlet – Lescun

La niebla con la que nos habíamos acostado seguía en el mismo sitio, nos despedimos de Arlet sin poder contemplar en su máximo esplendor su lago y el paraje que lo alberga. Al poco de comenzar a caminar la niebla se fue disipando, se podía ver algún valle y los rebaños de ovejas y cabras pastando en ellos, éramos optimistas y pensábamos que hoy tendríamos un bonito día. Cuando retomamos la ascensión nuestra “amiga” la niebla volvió a unirse para acompañarnos gran parte de la mañana.

Refugio de Arlet
Mar en los valles fanceses
El mastin no le quita ojo a las ovejas
Tras un buen rato caminando a tentón alcanzamos la placa conmemorativa del Chemin de la Liberté que era uno de los múltiples pasos pirenaicos que servían de escape durante el principio de la dictadura para los españoles y en el trascurso de la 2ª guerra mundial para los franceses. En este punto la cosa se puso difícil de verdad a la niebla se le unió el viento y una gélida temperatura, 2 grados, llegamos a llevar la ropa y el pelo empapados. En estas condiciones alcanzamos el Puerto del Palo, lo pasamos como pudimos sabíamos que estábamos allí por los carteles indicadores porque literalmente no veíamos nada de nada. Con las ganas que teníamos de ver esta zona del pirineo que era desconocida para nosotros (y por desgracia sigue siendo). Comenzamos a bajar, teníamos que llegar hasta la cabaña de Bonaris, en la que por cierto luego nos enteramos que tienen montado un salón de té, si lo llegamos a saber nos hubiéramos metido para entrar en calor. El camino estaba bastante bien pero en los últimos metros tuvimos que agudizar el sentido de la orientación ya que en un día despejado la hubiéramos visto desde la distancia. Mientras nos dirigíamos a la cabaña, de repente comenzamos a oír un cencerro, el sonido venia desde lo alto, de entre la niebla salió una vaca bajando a toda velocidad y que iba directa hacia Carlos y Mónica, empezaron a gritar para asustarla y en el último memento, afortunadamente, cambio de dirección. La vaca siguió corriendo y resbalándose loma abajo ¡Vaya momento más tenso!

Placa conmemoratica del camino de la libertad
Esto debe ser el Puerto del Palo
Pasada la cabaña el camino continuaba bajando y poco a poco nos fuimos librando de la niebla, el único problema a partir de aquí fue el barro, en algunas partes del camino te metías prácticamente hasta el tobillo. Definitivamente me di cuenta que hoy tampoco íbamos a tener un día tranquilo.

Con un kilo de barro en cada bota, al final llegamos a una buena pista. Primero tuvimos que sortear un rebaño de vacas y luego nos encontramos con una manada de caballos, al cabo de un par de kilómetros aproximadamente alcanzamos una carretera. En una hora bajando por ella estábamos en el camping de Lauzart al lado del Lescun. Había sido un día decepcionante, habíamos caminado por lugares que se me antojan preciosos y no habíamos viso nada y de regalo habíamos pasado bastante frio.

Todos los dias veiamos un monton de animalitos
Carretera a Lescun
Tras una ducha reparadora y un poco de descanso nos acercamos a ver el pueblo. La localidad francesa de Lescun es muy bonita, tiene un encanto especial y es muy recomendable su visita. Sin duda fue lo mejor de esta jornada.








Lescun un lugar bonito que visitar


Mapa de la ruta

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