miércoles, 31 de diciembre de 2014

3 Canciones para despedir el 2014

Un año más vuelvo con el difícil reto de destacar las tres canciones que a lo largo del año más me han podido gustar

"The Singer" – Ty Segall
El prolífico Ty Segall, fiel a su cita disco por año, en este 2014 nos entregó “Manipulator”, otro disco de rock mayúsculo. De entre sus 17 canciones me quedo con esta excelente “The Singer”


"Little Monster" – Royal Blood
El debut del dúo británico para mi gusto ha sido arrollador. Sonidos que evocan a los primeros años de la década de los 90 y lo más curioso, hechos con “solo” con un bajo y una batería


"Nuestra Libertad" – Mariano Casanova
El esperado disco en solitario del que fuera alma mater de Distrito 14 verá la luz a lo largo del próximo año, como adelanto nos dejó esta preciosa e intimista canción


sábado, 6 de diciembre de 2014

De Santa Cruz de la Seros a Botaya

Hacía casi dos meses que no salía a la montaña y aunque en esta época del año el tiempo es algo incierto y las horas de sol son más reducidas, eligiendo recorridos cortos en cotas bajas en principio no debe haber ningún problema salvo el de las bajas temperaturas.

Iglesia de San Caprasio
Iglesia de Santa María
Una pequeña subida
Para hoy teníamos un pequeño recorrido que sobre el papel se presentaba muy atractivo. Salimos de la pequeña pero encantadora localidad de Santa Cruz de la Seros, justo en frente de la monumental Iglesia de Santa María comienza el camino que asciende hasta el monasterio nuevo. Como curiosidad decir que este tramo pertenece a una de las múltiples variantes del camino de Santiago. Esta ascensión apenas entraña más dificultad que la de salvar 400 metros de desnivel en tres kilómetros y medio.

En Junio de 1980 estuve aquí por primera vez
Mirador de los Pirineos
Monasterio Nuevo
Una vez llegados al punto más alto y antes de seguir hasta el monasterio alto nos desviamos para ir al denominado Mirador del Pirineo. Es curioso cómo te llegan los recuerdos, hace 34 años que estuve en este mirador por primera vez, me llevaron los “hermanos” de La Salle, ahora alucino viendo el valor (o el poco conocimiento) que tenían para meter a 120 chavales de 7 años en autobuses y llevarnos a cientos de kilómetros tal y como estaban la carreteras a principios de los 80. Bueno que me voy del tema. Estuvimos poco tiempo contemplando el paisaje, venia un frío viento de norte y aunque el Pirineo estaba parcialmente cubierto por las nubes la vista era magnifica. Enseguida llegamos a los llanos de San Indalecio donde se encuentra el monasterio nuevo, desde hace unos años convertido en un centro de interpretación y en una lujosa hospedería.

Ruinas de la ermita de Santa Teresa
Cara sur de la Peña Oroel
Llegamos a Botaya
No nos detuvimos mucho, seguimos hasta encontrar un camino que nos llevó hasta las ruinas de la ermita de Santa Teresa, desde este punto comenzamos el descenso por el barranco de Botaya con la silueta de la cara sur de la Peña Oroel en el horizonte. Al cabo de un rato llegamos a la carretera por la que transitamos cerca de un kilómetro para finalmente llegar a Botaya.

Iglesia en Botaya
Pequeño pueblo, entrañables rincones
Llano de San Indelacio
Como siempre llego la hora del almuerzo, para muchos el mejor memento de la excursión. Tras este emprendimos el camino de regreso, en principio por el mismo recorrido para luego desviarnos a ver el histórico monasterio de San Juan de la Peña. Esta vez lo vimos desde la altura, la mayoría de nosotros ya hemos entrado varias veces y no es cuestión de pasar por caja cada vez que venimos a este lugar.

Histórico monasterio de San Juan de la Peña
Como me ha gustado la excursión de hoy
De vuelta a Santa Cruz de la Seros
Desde este punto seguimos por una pequeña pista que va a empalmar con el camino que habíamos transitado esta mañana que ahora tomaremos para descender a Santa Cruz de la Seros. La próxima salida espero que sea con raquetas.

Track de la excursión
Variante del regreso


miércoles, 22 de octubre de 2014

París, maquillaje digital

Hace unos años en una visita a París, como cualquier turista, aparte de descubrir esta fascinante ciudad me dedique a inmortalizar algunos de sus rincones con mi cámara de fotos. Se podría decir que eran mis primeros pasos en el mundo de la fotografía y aunque reconozco que no he progresado mucho, revisando los resultados ahora veo cientos de fallos: malos encuadres, exposiciones poco acertadas. Por suerte, con esos maravillosos programas de edición fotográfica algo se ha podido recuperar, unos toques de color, un poco de saturación por aquí, algo de brillo por allá y el resultado sin ser espectacular queda a mi gusto algo más decente.

Entrada de metro
Tienda de souvenirs en Montmatre
Sacre Coeur
Fuente en la plaza de la Concordia
Campos Elíseos
Arco del Triunfo
Ayuntamiento de París
Plaza Vendôme
Lago en el parque Monceau
Centro Georges Pompidou
Reloj en el museo Orsay
Fuente Sravinsky
La Seine
Ribera del Sena
El símbolo de París
Diversión y junto a la Torre Eiffel
Visible desde cualquier punto
Lago en el palacio de Versalles
Estatua que simboliza uno de los 8 ríos mas importantes de Francia
Los Naranjos
Puesto callejero al lado de Notre Dame
Gárgola en Notre Dame
Notre Dame la nuit
Museo de Louvre

lunes, 29 de septiembre de 2014

Fin de semana en Montfalcó

Hay fines de semana que salen casi perfectos. Buen tiempo, preciosos paisajes y sobre todo grata compañía fueron las claves para que todo quedase redondo.
Desde que hace unos dos años inauguraron en la Sierra de Montsec el puente que une Aragón con Cataluña salvando el río Noguera Ribagorzana había oído hablar muy bien de esta excursión y sobre todo había visto infinidad de fotografías que hacían que me apeteciese mucho conocer el lugar de primera mano.

Casa Batlle
Nubes bajas sobre el embalse de Canelles
Comenzamos el camino
A última hora del viernes, y tras recorrer los interminables 15 km. de pista que separan Viacamp de Montfalcó, llegamos al encantador refugio de montaña Casa Batlle. Enseguida nos acomodamos en nuestras habitaciones y nos acostamos, la excursión de mañana no era muy exigente pero el cansancio acumulado a lo largo de la semana hacía necesario el descanso.
Amaneció con nubes bajas sobre el embalse de Canelles que daban al lugar un aspecto misterioso. Pero el cielo azul que divisábamos sobre las montañas y la suave temperatura auguraba un buen día desde el punto de vista meteorológico. Cuando estuvimos todos preparados comenzamos el camino que nos llevaría al Congosto de Mont Rebei. Una rápida bajada en la que atravesamos los antiguos campos de cultivo del pueblo y pasamanos por la fuente y el viejo lavadero. Al cabo de una media hora de cómodo camino estábamos frente a la primera pared equipada con sus correspondientes escaleras de madera que subimos tranquilamente mientras disfrutábamos de las magníficas vistas.

Primer tramo de escaleras
Hola, vecinas
No hay miedo
A escaso medio kilómetro se encuentra el segundo paredón. Las escaleras de este eran más largas, además algún tramo era bastante estrecho y había que pasar algo de lado. Ya en lo alto pudimos ver el puente colgante. Ahora nos tocaba una pequeña bajada para llegar a él. Venciendo al vértigo lo cruzamos para entrar en la comunidad Catalana.

Segundas escaleras
Esta alto
Ya vemos el puente colgante
Congosto de Mont Rebei
No hay fronteras en la naturaleza
Caminando ahora por la margen izquierda llegamos al congosto de Mont Rebei que es corto pero espectacular, este verano estuvimos en la garganta del Cares y sin duda este tramo no tiene nada que envidiarle. Después de quedarnos alucinados con la vista de las enormes paredes y los vertiginosos precipicios continuamos la senda, a cada paso que dábamos el paisaje se iba abriendo.

Mirada atrás
Nos acercamos al congosto
Camino escavado en la roca
Increíble
Algo más adelante pasamos otro puente, el camino aunque bonito ya no era tan espectacular como antes. Cerca del parking que ponía fin a la excursión vimos un lugar de alquiler de canoas, los negociantes del grupo sacaron un precio asequible así que después de comer y sin tenerlo planeado de antemano, volvimos remando. No pude hacer fotos del recorrido ya que hubo que proteger el equipo y las mochilas pero he de decir que si caminar por la parte alta del congosto era espectacular verlo a nivel del agua no se quedaba atrás, sinceramente creo que mereció la pena volver navegando.

Poco a poco salimos del congosto
Todavía no sabíamos que volveríamos en canoa
Segundo puente colgante
Dejamos las embarcaciones en las primeras escaleras y volvimos al refugio caminando los últimos 2 km. No me equivoco si digo que volvimos todos entusiasmados de cómo nos había ido el día. Tras la ducha y antes de la formidable cena que nos ofrecieron en el refugio, me subí a la ermita de Santa Quiteria que se encuentra a unos diez minutos de Casa Batlle para hacer unas fotos del paisaje al atardecer y aprovechar lo que los fotógrafos llaman la hora azul.

Atardece sobre el congosto de Mont Rebei
Ermita de Santa Quiteria
Para la mañana siguiente, en principio no teníamos nada preparado pero tras echarle un vistazo al mapa decidimos subir al Montsec, un pequeño monte que se encuentra muy cerca del refugio, más concretamente a unos dos kilómetros siguiendo la pista de regreso a Viacamp. Salió el día algo desapacible amenazando lluvia pero aun así decidimos intentarlo. El ascenso no tiene mucha complicación, para llegar a la cima hay apenas unos tres kilómetros y 400 metros de desnivel además el camino está muy trillado y no ofrece dudas.

Comienzo de la ascensión
Sin dificultades
Ya casi estamos
Vista desde la cumbre del Montsec
La vegetación aunque abundante es de pequeño tamaño y que estuviera nublado nos vino muy bien, no me quiero imaginar esta ascensión a pleno sol de Agosto. En algo más de una hora nos encontrábamos en la cumbre para ver el paisaje desde otra perspectiva y terminar de redondear el fin de semana

Track del Congosto de Mont Rebei
Track del Montsec