La verdad que tenían razón, se podría decir que lo dieron todo, el nivel de energía que derrocharon sobre el escenario fue altísimo, quizá en alguna canción flojearon un poquillo, mantener semejante intensidad y calidad durante toda la actuación me parece imposible (las Jams que hacían los “Hermanos Allman” no están al alcance de todos).
Los cinco son unos músicos de quitarse el sombrero que se conocen a la perfección y nos ofrecieron un sonido compacto y sin fisuras (siempre he dicho que las bandas estadounidenses logran sonar claras y cristalinas en cualquier sala)
Para mi gusto el concierto sobrepaso el notable alto, últimamente pocas bandas con este nivel de energía “rockera” se exhiben en nuestra ciudad, de los últimos que he visto solo The Sadies les superan.
Después de lo visto y oído creo que mereció pasar algo de sueño al día siguiente.