domingo, 30 de octubre de 2016

Otoño en el Valle de Pineta - Faja Tormosa

Hacía más de un mes que no subíamos por el pirineo y se podría decir que ya tocaba, además en esta época del año, por su colorido, suele tener un encanto especial. Para este fin de semana Los Bisaurines tenían previstas dos bonitas excursiones la primera la garganta de Escuaín y la segunda, a la que nos apuntamos, la Faja Tormosa.

Cruzando el Cinca
Otoño en Pineta
Amarillo donde antes era verde
Uno de los varios barrancos que tuvimos que cruzar
Tras pernoctar en el refugio de Pineta nos levantamos a una hora prudencial (el cambio de hora se agradeció). Con un grado centígrado en el exterior comenzamos a caminar cruzando el joven río Cinca que a su paso por el refugio debe de ir subterráneo. Superado el lecho fluvial nos adentramos en el bosque y sin más empezamos a subir por un camino bastante empinado. Aunque los arboles vestidos de amarillos, marrones, ocres y algún verde despistado lo puedan hacer más ameno no deja de ascender sin concesiones. Pasado medio ascenso hubo que utilizar las manos en varios puntos para realizar algunas sencillas trepadas. No tenía un grato recuerdo de este camino cuando lo tuve que bajar desde el collado de Añisclo haciendo la GR-11 hace ya unos cuantos años y ahora me volvía a dar cuenta el porqué.

Las luces atraviesan el bosque
Preciosa panorámica
Estampa otoñal
Valle de Pineta desde la altura
El bosque poco a poco fue quedando atrás y las vistas del valle de Pineta desde la altura comenzaban a ser realmente espectaculares. Tras un par de horas de duro ascenso llegamos al desvío que lleva al collado de Añisclo, nosotros seguimos en dirección al fondo del valle. Ahora aunque se va subiendo y bajando el camino es mucho más transitable. A nuestra derecha teníamos un primer plano de los llanos de Lalarri y de frente el Pico Pineta y la Punta Forcarral. A estas alturas de recorrido ya teníamos sombra, la orientación de este valle y que el sol ya no se alza tanto como en verano hizo que esta viniera acompañada de una bajada de temperatura.

Los llanos de Lalarri
Alfombra multicolor
Pico Pineta y Punta Forcarral
A lo lejos la cascada del Cinca
En un giro del camino pudimos ver la cascada del Cinca que hasta ahora había permanecido oculta a nuestra vista. Dividida en varios tramos se mostraba en pleno apogeo, supongo que alimentada por las lluvias torrenciales que cayeron a principio de semana en este valle.
Sin apenas darnos cuenta y disfrutando de cada paso del camino llegamos al punto más crítico del recorrido, la cadena. Apenas son unos 10-15 metros que no entrañan mucha dificultad, hay buenos apoyos para los pies y bajando con precaución no supondrá ninguna dificultad para el 90% de los montañeros que pasen por allí.

Ya a los pies de la Cascada del Cinca pasamos un puente, desde él podíamos sentir la enorme fuerza y ver la gran belleza de este magnífico salto de agua, para mi gusto nada tiene que envidiar a la famosa Cola de Caballo en el vecino valle de Ordesa.

Practicando el contraluz
Ultimo tramo de la cascada del Cinca
Gran salto de agua y gran fotógrafo
Ultima mirada
Paramos a comer algo más adelante, al lado de una fuente. Mientras nos comíamos los bocadillos intentábamos adivinar por donde habíamos pasado pero ciertamente desde nuestra posición no se veía ningún camino y además nos parecía increíble que hubiéramos podido pasar por allí arriba.
Para terminar el recorrido todavía nos quedaba pasar por un sorprendente bosque de hayas que llega hasta un parquin cercano al Parador Nacional. Desde aquí intentamos llegar al refugio de Pineta siguiendo un camino que va paralelo al río pero al parecer este se lo había comido y tuvimos que volver caminando por la carretera el último kilómetro.



Track de la excursión