sábado, 21 de mayo de 2016

Recorriendo el Chemin de la Mature

Hace varios años que tenía apuntada en mi agenda de excursiones a realizar esta pequeña ruta pero nunca había encontrado el momento apropiado para realizarla, incluso hace un par de semanas el club de montaña “Lo Bisaurin” tenía este recorrido programado pero la inestabilidad meteorológica hizo que me quedase en casa, ellos son más valientes y la hicieron.

Comenzamos
Casa al lado del camino
Vértigo
Este sábado pintaba soleado así que sin pensarlo mucho pusimos rumbo al Pirineo. Pasamos el túnel del Somport y con ello la frontera, dejamos atrás Urdos, el primer pueblo en territorio francés y a uno dos kilómetros tomamos una pequeña carretera, a un lado de esta hay un pequeño aparcamiento para unos 6 coches, como solemos ser madrugadores teníamos un hueco para nuestro. Justo en este lugar sale el camino que desde el primer momento tiene clara tendencia ascendente.

Fort du Portalet
El camino es bastante ancho...
...y empinado
En unos 15 minutos estábamos en la entrada del famoso balcón escavado en la roca, la verdad que la altura sobre el Cañón de Sescoué impresiona, al otro lado del barranco se encuentra el Fort du Portalet. Ansiosos por descubrir todos los rincones de este histórico lugar seguimos avanzando, el camino no da ningún respiro y aunque la altura es considerable en ningún momento se tiene sensación de peligro.

Granja de Perry
En el hayedo
Desvío
A pesar que nos costó algo más de lo pensábamos en un giro del camino habíamos terminado la zona escavada en la roca, se nos había hecho algo corta pero esta excursión todavía tenía varias sorpresas esperando. La primera la granja de Perry, un par de casas que se encuentran en un precioso prado. Después nos adentramos en un agradable hayedo, en poco rato habíamos cambiado tres veces de paisaje. Algo más adelante nos encontramos con el cartel de desvío, antes de tomar este, seguimos hasta un cercano puente. La verdad que estos 200 metros de más merecieron la pena, el agua del deshielo que baja en estas fechas convierten cualquier río pirenaico en un espectáculo.

Por 200m. no nos íbamos a perder esto
Espectáculo acuático
Volvimos sobre nuestros pasos para, ahora sí, para tomar el desvío. Tras una corta pero fuerte subida el camino giro bruscamente a la izquierda, ya no ganábamos altura y poco a poco salimos del bosque. Llegamos a otra pradera donde nos encontramos con otros excursionistas que estaban comiendo, descansado o simplemente tomando el sol. Ciertamente era un sitio acogedor y con unas vistas preciosas. Desde aquí vimos la vertiente norte del Aspe lo que se convirtió para mí gusto en la imagen del día.

Cerca del collado de Arras
La imagen del día
Aprovechamos el magnífico escenario en el que nos encontrábamos y también sacamos nuestros bocadillos. Después de un buen rato de descanso continuamos hasta llegar al Collado de Arras, en este punto comienza el descenso. Quizá este es el tramo que menos nos gustó ya que es una larga e ingrata bajada por un camino en ocasiones muy erosionado.

Comienza el ingrato descenso
Podéis hacer el Chemin subidos a mis espaldas
Del vuelta al fondo del valle
Al final llegamos a la carretera por la que caminamos alrededor de un kilómetro para llegar a lugar de inicio.
Hemos tardado varios años en venir hasta aquí pero al final puedo decir que todos los comentarios sobre la belleza de este lugar eran fundados y que se trata de un recorrido altamente recomendable.

Track de la excusión

domingo, 15 de mayo de 2016

Salto de Roldán (Peña San Miguel)

Ya teníamos ganas de salir al monte y de volver a tener contacto con la naturaleza, un final de invierno y principio de primavera bastante inestable han hecho que tuviéramos que aplazar un par de excursiones que teníamos previstas. Como hace más de dos meses que nuestras piernas no se mueven por este tipo de terrenos lo mejor para empezar es hacer una ruta corta y sencilla. Como siempre comento la Sierra de Guara está llena de este tipo de recorridos y es lo que más a mano tenemos desde Zaragoza. Para hoy nos decantamos por la Peña San Miguel una pequeña ascensión con una gran recompensa.

Viaje en el tiempo a principio del siglo XX
Los tesoros del camino
Santa Eulalia de la Peña
Ya vemos a lo lejos la Peña San Miguel (1124m.)
Dejamos el coche en la localidad de Santa Eulalia de la Peña, de una calle sin asfaltar sale el recorrido, una pequeña senda nos llevara en una media hora a un mirador desde donde vimos el famoso Salto de Roldán, formado por las peñas Amán y San Miguel. Viendo la distancia que hay entre las dos peñas uno se pregunta qué clase de caballo tenia Roldan para dar tan increíble salto, aunque pensando que este tipo fue el que también abrió una brecha con su espada en los pirineos para ver su país antes de morir, uno supone que estos eran los superhéroes que tenían por allá en el siglo IX.

Salto de Roldan
Hacia la cima
Empieza lo divertido
Stairway to heaven
Continuamos hasta llegar al aparcamiento que hay en la base de la peña (la carretera llega hasta aquí, si alguien quiere hacer una rápida ascensión tiene la posibilidad de hacerlo) Para facilitar su ascenso la peña está equipada con un par de tramos de escaleras, no resultan muy complicados si se está habituado a las alturas, aun así también hay una sirga por si alguien quiere asegurarse con arnés. Superado este pequeño tramo que pone el toque de adrenalina a la ascensión llegamos a la cima. Allí hay unas ruinas que pertenecían a la ermita de San Miguel, pero lo más interesante se encuentra en el horizonte, un paisaje que en sus 360º se muestra espectacular.

Hasta donde alcanza la vista
Restos de la ermita de San Miguel
Peña Amán (1123m.)
Mientras los buitres volaban muy cerca de nuestras cabezas contemplamos el contraste que hay entre la planicie de la Hoya de Huesca al sur y las montañas pirenaicas al norte pasando por el peculiar contorno de la Sierra de Guara en cuyos límites nos encontrábamos.

Siempre que puedo evitar volver por el mismo camino de ida lo hago. Esta vez, cuando preparaba la excursión en casa, vi que detrás de Santa Eulalia había unos antiguos pozos de nieve que podían ser interesantes de visitar. Aunque esta vez me equivoque, seguimos una larga y aburrida pista que apenas aportaba nada a lo ya visto para luego meternos monte a través entre bojes, carrascas y erizones. Menos mal que llevaba el GPS y sabía en qué dirección avanzar que si no lo más fácil hubiera sido que nos perdiésemos.

Mirando hacia la zona del embalse de Cienfuens
Pozo de nieve de Lapinosa
Pinturas rupestres cumpliendo condena
De regreso a Santolarieta
Después de ver el pozo de hielo de Lapinosa volvimos al pueblo por el camino normal pasando por una pequeña pintura rupestre. La verdad que me sorprendió, para mal, lo descuidado que se encuentra esté PR. La vegetación se está comiendo el camino y en varios momentos tuvimos que pasar por en medio de algún arbusto, supongo que en estos primeros compases de la primavera el equipo forestal que se encarga de mantener los PR estará a tope de trabajo.
Resumiendo una primera parte de excusión muy interesante y la segunda, para mi gusto, no tanto.

Track del recorrido