domingo, 13 de noviembre de 2011

Viaje al pasado del pirineo, Ainielle

De la multitud de pueblos que tristemente han quedado abandonados en el pirineo, Ainielle es quizá uno de los más emblemáticos. Parece imposible nombrar esta localidad sin citar la novela de Julio Llamazares “La lluvia amarilla” que recupero del olvido a esta y otras poblaciones que por distintos motivos quedaron huérfanas de habitantes.

Hasta lo que queda de esta localidad que se resiste a ser olvidada nos acercamos hace un tiempo en una sencilla y atractiva excursión.

Vista de Susin, pueblo con un solo habitante
Saliendo del núcleo urbano de Olivan, en pleno Serrablo, tomas un camino que enseguida te hace girar a la izquierda para ganar metros e ir a media altura atravesando barrancos y disfrutando de las vistas. Al cabo de una hora aproximadamente llegas a Berbusa otro pueblo abandonado. El camino discurre entre la vegetación por lo que fueron sus calles. Sin perder la senda al cabo de unos kilómetros alcanzas otro cartel que te indica la dirección a Ainielle, en este punto también se puede bajar a una pista forestal que tomaremos a nuestro regreso.


Mar entre las Aliagas
Continuamos mientras el camino va girando sobre una loma a nuestra izquierda, vamos atravesando lo que en tiempos supongo que serían tierras de cultivo. A lo lejos entre el bosque ya se puede apreciar las ruinas de Ainielle. Al llegar y ver los restos de las antiguas edificaciones te das cuenta de lo duro que debía ser la vida aquí en el pasado, casi aislados y sin ninguna carretera que les comunicase con el valle. Lo que para nosotros fue una excursión, en definitiva algo recreativo, para sus habitantes era el día a día. En algunos momentos, y casi con pena, casi logras entender por qué han quedado abandonados muchos de estos pueblos.

Ainielle casi oculta por la vegetación
Restos de una edificación
El viejo molino
Para completar nuestra caminata bajamos al viejo molino que se encuentra a 15 minutos del centro de Ainielle.

Track de la ruta

martes, 1 de noviembre de 2011

PJ 20

No suelo comprarme DVD musicales porque al final los veo una vez y se quedan almacenando polvo en la estantería pero el otro día pase por caja y adquirí el documental que con motivo de los veinte años de carrera han publicado Pearl Jam. Fue un ataque nostálgico ya que la banda de Seattle sin duda ha sido y es uno de mis grupos favoritos pese a que en los últimos años la calidad de sus discos ha descendido, algo normal si tenemos en cuenta lo alto que dejaron el listón a principio de los 90.

El documental, visualmente muy bien tratado, hará las delicias del fan más acérrimo. Pero para mi gusto adolece de un par de cosas.

1º Intentar resumir veinte años en dos horas, sé que es difícil pero te cuenta con bastante detalle los inicios y pasa casi de puntilla por sus últimos tiempos. Aunque también es cierto que la mayoría de las cosas importantes para la banda pasaron sus primeros diez años de existencia y desde entonces da la impresión que se ha dejado llevar por la inercia.

2º No profundizar en los detalles escabrosos del grupo y toca de manera muy superficial las discusiones internas, lo mal que digirieron el rápido ascenso al estrellato y como intentaron salir del ojo del huracán apartándose de la prensa.

Quizá me ha decepcionado un poco, he podido ver imágenes que nunca había visto de una de mis bandas favoritas y enterarme de cosas que ignoraba de ellos pero, aunque este tipo de documentales sirve para engrandecer la figura de los artistas en cuestión, me da la impresión que en este solo nos han querido contar una parte y no es del todo objetivo, además de quedarse al cojo argumentalmente.