lunes, 11 de abril de 2011

Intento al Taillon y vuelta por la faja de las flores

El verano pasado estuvimos con unos amigos una semana en Fiscal. Son de Valencia y salvo una chica los demás no habían visto nunca el Pirineo, asi que un día los llevamos al Cañón de Añisclo y otro a Bujaruelo. El día que tocaba visitar Ordesa aproveché y me fui de excursión extrema, tenía la intención de llegar hasta la cima del Taillon. Mar y Dani se fueron con ellos por la senda que yo llamo “de los domingueros” viendo las preciosas cascadas del rio Arazas.

Por la mañana temprano Mar y Daniel me dejaron en Torla donde tome el autobús que lleva a Ordesa, al cabo de media hora me dejo en la pradera. Salí del autobús como un toro bravo que sale a la plaza tras estar varios días en los toriles, yo llevaba tres días viendo montañas y no me había puesto ni las botas ni la mochila todavía. Desde la pradera tuve que retroceder como medio kilometro hasta la caseta del centro de interpretación, a su derecha empieza el camino de subida, un agradable zigzag a través del bosque. Comencé a subir al ritmo que me gusta y tras una hora aproximadamente llegas a un refugio de madera, a partir de este punto el paisaje comienza a cambiar, se ve como el bosque queda a tus pies y se empieza a divisar la roca desnuda.
Carteles indicadores para torpes como yo
 Deje el Tozal del Mallo a la izquierda y continúe la marcha por una senda en la cual, en ocasiones, tienes que hacer alguna pequeña trepada. Un poco más adelante tienes que elegir entre subir por unas clavijas (conocidas como de Carriata) o pasar por una estrecha cornisa equipada con una sirga, tomo la opción de las clavijas, me parecen algo más asequibles, además iba un pequeño grupo de excursionistas delante que me sirvieron de guía. Una vez superadas las clavijas la ascensión se suaviza un poco y al cabo de media hora llegue al valle conocido como Catuarta.
 
Vista desde el Rincón de Solarons
 En este punto tomo algo de comida y de líquido para volver a emprender la marcha con fuerzas, al poco no interpreto bien el mapa y comienzo a equivocar mi camino, me voy demasiado a la derecha en Auguas Tuartas, pierdo bastante tiempo hasta que de nuevo encuentro las marcas que me llevan en la dirección exacta. Llego a la torre de Lassuns (una montaña de piedras) y allí entablo algo de conversación con unos montañeros franceses que me indican por donde tengo que seguir.

En el Pilón de la Catuarta tambien cononocido como Torre de Lassuns
 Trascurridos 45 minutos de caminata alcanzo la plana de Narziso, allí se divisa perfectamente la brecha de Roldan. Entre que me he perdido un rato y que he calculado mal se me ha hecho algo tarde, creo que subir y bajar al Taillon desde este punto me hubiera costado unas dos horas, asi que como Mar y Dani me estaban esperando en la pradera desisto de mi intento, otro día será.

Vista de la Brecha de Roldan desde la plana de Narziso
 Volví sobre mis pasos hasta llegar otra vez a la torre de Lassuns, allí tranquilamente me como el bocadillo, mientras veo a un centenar de metros un rebaño de sarrios que están pastando y subiendo con una facilidad pasmosa por las empinadas paredes que rodean el valle.

Mientras termino mi comida aprovecho para leer el libro de rutas, dice que bajando por la faja de las flores cuesta 2 horas llegar a la pradera, tomo la decisión de ir por allí solo por el simple hecho de no volver por el mismo sitio y porque me habían comentado que las vistas son magnificas. Vuelvo por la Catuarta, cuando termina y antes de empezar a bajar hay que girar a mano izquierda para empezar el camino por la faja de las flores.
Foto típica del excursionista que esta apunto de adentrarse en la faja de las flores
 Tras andar unos metros se pasa una enorme piedra desprendida que a manera de pórtico parece que te da la bienvenida, las vistas son espectaculares y no aptas para gente con problemas de vértigo, no paro de hacer fotos y de pensar lo mucho que le hubiera gustado a Mar estar aquí. Parece increíble que la naturaleza haya esculpido a esta altura un balcón por el que se pueda caminar.

Portico de entrada

Vistas de la faja
Pradera de Ordesa desde las alturas
Tras una hora caminando y disfrutando sin parar de cada rincón que me ofrece el paisaje y a punto de finalizar el camino me encontré con un sarrio de frente, debía estar muy acostumbrado a ver pasar gente ya que ni se inmuto al verme, se quedo tan tranquilo pastando mientras, a unos escasos tres metros, le hacía fotos sin parar.

El sarrio sin miedo
Algo más adelante me encontré con otros excursionistas a los que les pregunte por donde debía bajar, ya que me estaba dando cuenta que la guía debía de estar confundida porque a simple vista todavía me quedaba un buen rato de descenso.

Vista del barranco de Millaris
Ultimas vistas antes de empezar el descenso
 Me indicaron bien y fui siguiendo los hitos, el problema es que cada excursionista va poniendo los suyo y al final ves tantos que ya no sabes cual seguir, sin querer me debí salir del camino y tuve que hacer algo que habitualmente no me gusta, bajar campo a través. Al fin llegue a mi objetivo, la cascada de Cotatuero que recoge las aguas del barranco Millaris. Me refresque un poco, el calor del mediodía se empezaba a cebar conmigo.
 
Parte de la cascada de Cotatuero
 Tras tomar este merecido respiro me dispuse a pasar las famosas clavijas de Cotatuero. La verdad que no me las esperaba asi, había visto algunas fotos y había leído como las pasaba la gente, pero su visión me impacto. Mi primer pensamiento fue darme la vuelta y volver por donde había venido, además no llevaba arnés, que impresión. Lo pensé mejor y me decidí a cruzar. Lo hice poco a poco, con tranquilidad, asegurando bien los pasos y siempre con una mano agarrando bien a la sirga.

Tras el subidón de adrenalina que supone pasar las clavijas te adentras en el bosque y bajas por lo que en otras ocasiones será un agradable camino, yo estaba ya algo cansado y con ganas de terminar la excursión y se me hizo bastante pesado y más cuando todavía quedaba una hora para estar de vuelta en la pradera de Ordesa.

Al llegar me esperaban Dani y Mar, estaban algo preocupados, no me había retrasado mucho sobre la hora que dije que bajaría, pero entre que soy un desastre con el móvil y que no había cobertura no nos pudimos llamar en todo el día.

Resumiendo, estuvo bien la excursión pero creo que se me fue un poco de las manos.

Track de la ruta

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