viernes, 22 de abril de 2011

Carrera Peña Oroel

La subida del fin de semana pasado con mis amigos a la Peña Oroel me ha traído a la memoria la vez que la subí corriendo.

Era el verano del 2004 y estábamos tapeando por Jaca, supongo que después de haber tenido un duro día de montaña, de repente alguien me pasa un folleto y dice “Mira esto”. Era una carrera de 11km entre la Ciudadela y la cima de la Peña Oroel. No recuerdo exactamente si era justo al día siguiente o quedaba una semana para disputarse. Como ya me había echado alguna sidra, envalentonado dije algo asi como: ”Estaría bien, si lo llego a saber antes me hubiera apuntado”. Casi antes que hubiera terminado la frase se escucharon de fondo las palabras mágicas: “A que no hay c.j..es de apuntarte al año que viene”. Me había echado un órdago, me habían arrojado el guante y yo lo tenía que recoger, no podía quedar como un gallina je je. Después de esto apunte la fecha en el calendario y me lo puse como objetivo.

Fue duro, yo habitualmente terminaba la temporada de baloncesto entre final de mayo principio de junio y como ya había sobrepasado los 30 solía bajar el ritmo los meses de verano para que mi cuerpo se recuperara. Seguir entrenando y manteniendo la forma durante 2 meses más me costó bastante, con el añadido que en esos meses hace mucho calor y encima tuve que dejarlo alguna semana porque estaba de vacaciones. Vamos, que no pude ir todo lo preparado que me hubiera gustado.

Llego el fin de semana de la prueba y el primer problema, el apartamento de Diego estaba lleno, habían ido sus padres y no cabíamos así que tuvimos que irnos al camping del valle de Tena, con lo que dormir en una tienda de campaña supone para el descaso. El día de antes hicimos una pequeña excursión hasta Yosa de Sobremonte para poner las piernas a punto.

La mañana de la carrera me levante temprano, estaba algo nervioso, desayune bien y nos fuimos para Jaca. Diego y Eva me dejaron en la Ciudadela y se fueron con el coche al parador que hay a los pies de la peña Oroel. Hice un buen calentamiento y me dirigí a la línea de salida a esperar el momento del comienzo. Cuando sonó el pistoletazo yo intente ponerme un ritmo cómodo, ya había corrido alguna carrera de 10km en llano y sabia que la gente al principio sale muy fuerte y al final termina pagándolo. En los primeros tres kilómetros iba bastante bien la pendiente es suave y me encontraba bastante fuerte, pero del kilometro 3 al 4 el camino se estrecha y en este punto me encontré con dos corredores que iban a un ritmo más flojo que el mío y no me dejaban pasar.
Perfil de la carrera
No es que me importase mucho la marca que podía hacer, mi única ilusión era llegar, pero cuando no vas a tu ritmo no vas cómodo y yo personalmente me canso bastante más. Cuando pude pasarlos era aproximadamente el km 4, justo donde el camino se ensancha y empieza la mayor pendiente de la carrera, aquí me desfonde en mi afán de dejar atrás a los dos corredores que me habían entorpecido un buen rato, no dosifique y cuando llegue al parador estaba casi exhausto. Con la respiración entre cortada a duras penas me bebí un vaso de agua en el avituallamiento, se me paso por la cabeza abandonar, me encontraba literalmente hecho polvo y todavía me quedaba la mitad. Decidí seguir un poco más para ver si me recuperaba, total estaba al lado del parador y si me fallaban las fuerzas la vuelta era corta. Me puse detrás de un corredor que llevaba un ritmo cansino pero cómodo para mi en esos momentos, poco a poco mis pulmones empezaron a poder abastecer el oxigeno que mis piernas necesitaban y me volví a encontrar en el estado que me gusta, empecé a subir a buen ritmo y con el paso de los metros iba alcanzando corredores y dejándolos atrás. Una vez terminado el bosque ya se divisa la cruz y el terreno se hace bastante más asequible, unos mil quinientos metros y al fin la menta.

Sufriendo en la carrera
Mi tiempo fue de 1:19:14, aunque llegue a más de 26 minutos del primero quede muy contento era mi primera carrera de montaña, había sufrido bastante pero al final lo había conseguido. Es una sensación inexplicable, te sientes muy bien contigo mismo y sobre todo ves como todo el esfuerzo que has realizado, no solo en la carrera sino en los entrenamientos, merece la pena. Pero sobre todo me tengo que acordar de Eva y Diego porque me apoyaron en todo momento, sin ellos seguro que no lo hubiera conseguido.

Me gustaría volver a repetir alguna carrera de este tipo pero últimamente no puedo dedicar todo el tiempo que me gustaría a entrenar.

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