lunes, 25 de abril de 2011

Ascensión al Cucuruzuelo y al Mesola

Samana Santa 2011. Capítulo 1

Aprovechando que este año Semana Santa caía a final de Abril decidimos pasar unos días en la montaña. Estuvimos alojados en Aragüés del Puerto, en casa de Pilar y Jesús expertos montañeros y perfectos conocedores del valle que nos acogieron a las mil maravillas y nos guiaron en las excursiones que hicimos.

Como viene siendo habitual el tiempo en esta festividad no es tan bueno como desearíamos así que el primer día, Jueves Santo, que era el que los meteorólogos anunciaban como el mejor emprendimos una pequeña excursión a las cimas del Cucuruzuelo y del Mesola. Dejamos el coche en la pista forestal de la Estiba, desde este punto empezó la marcha hasta la cumbre por la misma pista, que aunque esta muy marcada empieza a dar claros síntomas de abandono ya que con frecuencia nos encontramos con pequeños arbustos y árboles en medio de la misma. Una vez superado el bosque que nos hace más agradable la ascensión llegamos a una gran explanada, al fondo de ella se divisa la marca geodésica que indica el punto exacto de la cumbre. Las vistas de los valles de Aisa y de Aragüés son magnificas.

En la cima del Cucuruzuelo
 Tras deleitarnos unos minutos con el paisaje emprendemos rumbo hacia nuestro segundo objetivo, punta Mesola. Para ello seguimos otra pista que discurre sin perder altura en su dirección. Justo cuando llegamos a la base (Cuello Mesola) tomamos un desvío a la derecha y tras un centenar de metros empieza una dura pendiente por una pedrera. Alli nos encontramos un solitario sarrio que nos observo a la defensiva un buen rato. Continuamos la ascensión no sin parar en varias ocasiones a retomar el aliento y para admirar el maravilloso paisaje. En unos pocos minutos alcanzamos la cima, desde ella se divisan en primer plano los míticos Bisaurin y Aspe, asi como el alto de Fetas o el Pico Liena d’o Bozo entre otros, eso si con un manto de nubes en sus cimas. Hay muchas veces que no es necesario ascender un 3000 para tener unas vistas privilegiadas.

Vista panorámica tomada cerca de la cumbre del Mesola
Buscamos abrigo entre unas rocas para protegernos del fuerte viento que soplaba en la cumbre y nos comimos el almuerzo. Con la pena habitual que da al abandonar tan vellos parajes emprendimos la vuelta. Al llegar al Cuello de Mesola nos dividimos, Pilar y Mar bajan por el mismo camino por el que habíamos ascendido y Jesús y yo bajamos por el barranco de Cuangas, alli vimos un rebaño de sarrios que se fue de estampida al percatarse de nuestra presencia. Descendimos por el barranco que no es otra cosa que una fuerte pendiente entre el bosque y en la que el camino es el que Jesús va inventado sobre la marcha, yo solo me limito a seguirlo.

Nos juntamos con las chicas en la fuente que hay en la pista donde dejamos el coche y regresamos a Aragüés. La primera jornada había terminado más que satisfactoriamente.


Track de la ruta

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