martes, 7 de agosto de 2012

Ascenso a los Infiernos

Fieles a nuestra cita anual Diego y yo quedamos con la intención de hacer otra de esas excursiones que poder contar a nuestros nietos. Esta vez elegimos la ascensión a los Infiernos que resulta algo más fácil de lo que en principio, pese a su terrorífico nombre, hace pensar.
El pasado fin de semana fue algo fresco y lluvioso, el lunes también salió inestable pero las previsiones meteorológicas anunciaban que las temperaturas irían en paulatino aumento a lo largo de la semana hasta llegar a un calor sofocante. Por lo tanto no nos lo pensamos dos veces y elegimos el martes para lanzarnos a la montaña ya que las temperaturas todavía iban a ser suaves. Pase por Jaca a recoger a Diego a eso de las 7 de la mañana y después de demostrar mi “pericia” al volante durante un rato llegamos al balneario de Panticosa. Mientras nos calzábamos las botas y nos ajustábamos las mochilas volvimos a comentar el encanto y lo que nos gustaba aquel lugar antes de que le metieran mano en un intento de hacer un mega Spa exclusivo.
Comenzamos la ascensión por el fondo del lago, parte del trayecto ya lo conocíamos de cuando subimos nuestro primer 3000, el Garmo Negro, allá por el 2004. Un sinfín de requiebros en el camino que te ayudan a ganar altura con relativa facilidad. Mientras nos íbamos contando nuestras cosas alcanzamos la Mallata baja de Argualas donde hicimos una primera parada para beber un poco de agua y quitarnos el polar.

En la Mallata Baja, aun estamos frescos

Seguimos el ascenso por donde te lleva la senda, pasamos cerca de unos cuantos caballos que pastaban tranquilamente en las verdes praderas, y algo mas adelante coincidimos con tres chavales que nos comentaron que iban al Garmo. Vimos el cartel que indicaba la dirección al ibón Arnales pero nosotros no le hicimos caso y continuamos hacia arriba. Al alcanzar la Mallata alta el camino cambio, se transformo a piedras sueltas con la dificultad que esto lleva para avanzar. Tras un buen rato intentando elegir o adivinar cual era el mejor camino alcanzamos el collado de Pondiellos. Después de dejarlo atrás vimos el ibón del mismo nombre y los infiernos, nuestro objetivo, que desde nuestra posición parecía inexpugnable. Antes de iniciar el ataque a la cumbre nos tomamos un tiempo para el almuerzo, además pudimos ver por donde subían los chavales de antes, que por lo visto habían cambiado de idea sobre la marcha.

Progresando entre las rocas
Ibón de Pondiellos
Haciendo unas fotos casi me quedo sin cámara, debí asentarla mal sobre el trípode y se venció por el peso, cayendo al suelo desde más de un metro y rebotando varias veces. ¡La cantidad de cosas que se te pasan por la cabeza en esos breves instantes! Milagrosamente, salvo unos rasguños, no le paso nada. Estos de Canon, por fortuna, las hacen a prueba de bombas. Superado el susto y con menos peso en la mochila y mas en la tripa, seguimos llenamos por el camino que marcado a base de infinitas pisadas salía a nuestra derecha. Pasamos por debajo del pico Arnales y algo mas adelante alcanzamos la canal o escupidera que baja directamente de la cumbre de los Infiernos.

El Garmo Negro y el ibón de Pondiellos
Diego esquivando la canal
En vez de entrar en ella como habíamos leído decidimos ascender por su izquierda según la mirábamos. No es muy complicado, de vez en cuando alguna trepadilla que apenas entraña dificultad, hay muchos agarres y sitios para asentar bien las botas. Progresamos con relativa rapidez para llegar al collado que divide la cumbre central de la oriental. Echamos un vistazo al otro lado y pudimos ver lo que queda del glaciar. Sin más dilación nos encaminamos a la cima oriental.

Todo eso hemos subido
Glaciar de los Infiernos
Un par de trepadillas mas y en apenas 5 minutos habíamos ascendido el primer 3000 del día. Las condiciones atmosféricas eran inmejorables y las vistas fantásticas. Hacia el norte pudimos ver el Gran Facha (nuestra ascensión del año pasado) y hacia el este, a lo lejos dominando el horizonte, el Vignemale.

Infiernos Oriental conseguido
Vista del Vignemale
Vista de la cumbre central, marmolera y cumbre occidental
Bajamos por donde habíamos subido hasta llegar de nuevo a la divisoria de los dos picos. Subimos un pequeño repecho para coronar el Infiernos central, el segundo y con sus 3082 m. el más alto de los tres. Nos hicimos unas cuantas fotos para dejar constancia de “nuestra proeza”.

Segundo 3000, el Infiernos Central
Ahora tocaba pasar la famosa marmolera. Veíamos venir a gente hacia nuestra ubicación y eso nos dio una idea de lo ancha que era. Pasamos con cuidado, el vértice es lo suficiente ancho como para caminar por el sin dificultad pero aun asi la visión del vacío a ambos lados da un poco de respeto. Finalmente llegamos a la última cumbre del día, el infiernos oriental de 3073m. Disfrutamos de una estupenda visión periférica: Anayet, el Midi, Sallent a nuestros pies, Balaitus, puff ¡que gozada!

Vista de la marmolera
Con cuidado pero sin miedo
Tercer 3000, Infiernos Occidental
Tristemente había llegado el momento de descender y lo teníamos que hacer en dirección ibón de Tebarray. El camino no era muy cómodo teníamos claro hacia la dirección que ir pero había decenas de posibles caminos. Superadas unas cuantas dificultades alcanzamos un collado y la cosa parecía mejorar, pero aun asi tuvimos que bajar por algún tramo complicado. Nos cruzamos con otros excursionista que subían por esta cara y a mi me dio la impresión que es mas duro subir por este lado.

Ibón de Tebarray
Tras un buen rato sufriendo en el descenso, ciertamente no resulta nada agradable este tramo, alcanzamos el collado de Tebarray. Ahora tocaba seguir la GR 11 por lo tanto el camino estaba bastante mejor para transitar. Avanzamos un poco y a nuestra derecha pudimos ver la silueta de los Infiernos por su cara norte, el pequeño nevero que queda de su glaciar y la enorme marmolera. Parecía increíble que hace un rato hubiéramos estado allí arriba. Caminamos un poco más y llegamos al ibón Azul Alto. Hicimos una pausa en aquel bonito lugar para comernos el bocadillo mientras pensábamos en cosas como ¿Quién quiere una vida estresada? Habiendo lugares como este en los que se respira tranquilidad y solo se escucha el viento acariciando la hierba y en el que el paso del tiempo se mide en estaciones.

Infiernos por su cara norte
De paseo por la GR 11
Ibón Azul Alto
Con el hambre saciada abandonamos aquel lugar para seguir nuestro camino, pasamos rápidamente por el ibón Azul Bajo. Algo mas adelante pasamos al lado de unos deteriorados carteles que indicaban que los Baños de Panticosa se encontraban a 1 hora 45 minutos, pensamos que eran unas previsiones un poco optimistas pero al final ese fue el tiempo que nos costó llegar. Seguimos por el marcado camino hacia los ibones de Bachimaña que a estas alturas del año no estaban a su máximo nivel. A lo que llegamos al ibón bajo de Bachimaña pudimos ver el nuevo refugio que había sido inaugurado hace un par de semanas, ciertamente tiene una pinta estupenda pero no nos detuvimos, seguramente alguna vez lo utilizaremos para alguna travesía o excursión.

Cartel indicador que necesita reparación urgente
Nuevo refugio de Bachimaña
Seguimos nuestro camino, el cansancio se empezaba a notar, llevábamos unas cuantas horas pateando. En nuestro descenso pasamos al lado de la cascada del Fraile que esta vez, no se porque, me pareció mas bonita que en otras ocasiones. Bajamos uno poco y entramos en una zona en la que ya había pequeñas zonas boscosas. Cada vez nos íbamos encontrando con más gente sobre todo familias que subían a disfrutar de los encantos del rio Caldarés. Estábamos terminando nuestra excursión pero antes tuvimos que pasar por el salto del Pino.

Salto del Fraile
El camino discurre paralelo al rio Caldarés

Salto del Pino
Unos minutos más tarde llegamos al mirador del balneario. Ya divisábamos el final, solo teníamos que descender por una zigzagueante senda para alcanzar el refugio de la casa de piedra.

Refugio de la casa de piedra
Una vez mas lo habíamos conseguido, había sido una excursión bonita, interesante y durilla. Ahora solo tenemos que esperar hasta el próximo año para hacer una de estas.

Track de la ruta

4 comentarios:

  1. Genial como siempre, Santiago. Nosotros estuvimos por Benasque subiendo ibones, pero no tan alto como tú, jeje.
    Jaime.

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  2. There´s no mountain high enough!!!!.
    LP

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