jueves, 12 de julio de 2012

Carros de Fuego. Quinta Etapa: Estany Llong – Colomina

Hoy nos enfrentábamos a la etapa mas larga, aunque sobre el papel no tenia mucha complicación. Comenzamos el camino por la senda que se encuentra encima del refugio, la ascensión discurre agradablemente por en medio de un bosque. A medida que íbamos ganando metros nos encontramos con alguna pedrera, pero nada comparado con lo de ayer. Pasada una media hora llegamos a un lugar desde el que se divisaban los valles adyacentes, también apreciamos el del Contraix por donde habíamos bajado ayer, parecía increíble lo que descendimos.

Por fin algo de bosque
El camino es sencillo
Vista del valle
El camino empezó a rodear la montaña y en unos minutos estábamos delante de otra enorme pedrera ¡no se acaban nunca! Una vez superada, no era tan dura como parecía, alcanzamos el Estany de Dellui, nos tomamos un pequeño respiro ya que por lo que veíamos teníamos por delante un fuerte ascenso. Tranquilamente, ascendimos las “eses” del camino llegamos al puerto de Dellui. Allí estaba Agnes descansando y liándose un cigarro mientras contemplaba los hermosos estanys de Eixerola y Cubieso. Ciertamente el dia acompañaba y era un sitio para disfrutar un rato.


Estany de Dellui
Camino hasta el collado de Dellui
Estany Eixerola y Cubieso
Emprendimos la bajada hacia los preciosos lagos, los rodeamos por su lateral derecho y tras cruzar una pasarela de tablas nos encontramos delante de otro extenso valle. A nuestra derecha vimos el lago de Mariolo, aunque estaba prácticamente seco, nos extraño un poco pero luego nos dimos cuenta que estaban de obras en la presa. Algo mas adelante encontramos una roca que invitaba al descanso y que aprovechamos para hacer nuestra comida. Proseguimos la marcha y llegamos hasta la orilla del larguísimo Estany Tort, de repente el teléfono de Mar empezó a emitir avisos de mensajes, después de tres días teníamos cobertura. Sin dudarlo un momento empezó a telefonear.


Estany de Cubieso
Inicio del Estany Tort
Después de comunicarse con toda la familia continuamos el camino llegando a unas viejas vías que supongo debieron servir para transportar los materiales en la construcción de la presa. Llegamos a unos carteles que indicaban la bajada al embalse de Sallente y la dirección del refugio. Tomamos esta última y en unos 35 minutos por un camino ascendente llegamos al refugio de Colomina. Como habíamos hecho en días anteriores nos acomodamos y descansamos un poco. Todavía era bastante pronto y Mar, que al fin tenia cobertura, estaba entretenida mandando Whastapp’s a toda su agenda de contactos, así que decidí bajarme al centro de interpretación del lago Gento, que dista a unos 45 minutos.

Vias en el camino
Embalse de Sallente
Ya queda poco
Refugio de Colomina
Allí me entere de cosas curiosas de la formación de los lagos y del Parque natural, como por ejemplo que las truchas en invierno viven a una temperatura de 10 grados debajo de la capa de hielo que se forma y que al ser introducidas por el hombre están acabando con especies autóctonas como el tritón. También cometí el error de preguntarle a la mujer que estaba al cuidado del centro por el nombre de alguna de las flores que habíamos visto en el parque nacional y que en el Pirineo aragonés no se encuentran. Como debía de ser el primero que entraba por allí en todo el día la chica tenia ganas de hablar y me saco todos los libros de botánica que tenia. Al final me entere que las flores por las que pregunte se llamaban Neret y violetas manchadas. Pase al bar de al lado y me volvió a pasar lo mismo, la primera alma que cruzaba la puerta en toda la tarde y la chica con ganas de hablar. Sin preguntar me entere que aquel enorme y lujoso edificio había servido para los empleados de la obra de la presa, que luego se destino a refugio de montaña y como no era rentable ahora estaba semi-abandonado. Me cogí un Acuarius y ¡Oh, que veían mis ojos! Las zaragozanas patatas fritas El Gallo Rojo, allí lejos de mi tierra, no tuve mas remedio que pedir un paquete, además estaba todo a un precio razonable después de los sablazos que meten en los refugios. Salí a la solitaria terraza y me tome el refrigerio mientras contemplaba el bonito embalse.

Embalse de Sallente
Centro de interpretación y bar
Estany Gento
Refresco y las mejores patatas fritas del mundo
A mi regreso Mar y Agnes, que ya se habían contado sus vidas, estaban plácidamente a orillas del lago Colomina. Yo fui a pedir vez para la ducha pero tenia 9 personas delante, asi que como se echaba encima la hora de la cena, decidí darme un baño en el lago. En principio como el agua estaba muy fría solo pensaba mojarme un poco pero había tanta expectación, que al final tuve que meterme entero. Al final me voy a acostumbrar a los baños de agua helada. En la cena dio “la casualidad” que nos pusieron en la mesa con el extraño trio, como no podía ser de otra forma Mar y Agnes empezaron el interrogatorio. Nos enteramos que eran de Murcia, que los chicos eran expertos montañeros e incluso habían estado varias veces en el Himalaya y que la chica era la primera vez que hacia algo de montaña y que a la pobrecilla la habían llevado engañada, ¡Lo que estaba pasando! Así entre conversaciones y contemplar el precioso atardecer pusimos fin a otro día de travesía.

Descansando junto al Estany Colonina
Atardece en el refugio


Track de la ruta

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