miércoles, 11 de julio de 2012

Carros de Fuego. Cuarta etapa: Ventosa i Calvell – Estany Llong

Mar se encontraba nerviosa, había leído mucho sobre la dureza del paso de Contraix y su cara denotaba el respeto que le tenía. Además, aunque la ampolla de su dedo gordo había mejorado, todavía le molestaba bastante. Yo apenas había podido dormir por los ronquidos de mi extraño “amigo”. Por si fuera poco nos habían contado que la semana anterior se había matado allí el hombre del tiempo de TV3. Y para culminar la mañana nos había traído un fuerte y molesto viento unido a unas grises nubes que amenazaban con dejar alguna precipitación. Con esta situación emprendimos la marcha de lo que se podría considerar la etapa reina de Carros de Fuego. A unos minutos del refugio bajamos hasta el Estany de Colieto, al final de este tuvimos que sortear unas enormes roca, ya nos había advertido que nos iban a servir de entrenamiento para lo que nos deparaba mas arriba.

Estany de Colieto

El tiempo estaba incierto
Ascendimos un poco más para pasar otro lago (Gran Colieto), hasta el momento estaba resultando menos duro de lo esperado. Llegamos a una cascada y aquí empezó lo “divertido” del día, unas grandes rocas se disponían a nuestra izquierda. Un par de trepaditas y superadas. Bueno si todo es así no habrá mucho problema, pensé. Aunque el camino seguía estando bastante bien marcado cada vez eran mas frecuentes las partes en las que teníamos que pasar por una enorme pedrera. Al llegar a una especie de collado descansamos un poco, un par de chocolatinas para recuperar algo de fuerzas y a seguir. Al dar la vuelta al collado nos encontramos con una visión desoladora una kilométrica “alfombra” de rocas donde las que predominaban eran del tamaño de un coche.

Nuestros amigos ascendiendo agilmente las primeras rocas del dia

Desmoralizador
No quedaba mas remedio que seguir adelante. Fuimos ascendiendo con cuidado ya que en cualquier caída o resbalón te podías hacer daño de verdad. Íbamos bastante lentos pero aun así pasamos a una pareja de holandeses en la que el chico iba realmente hecho polvo. Nos fuimos escorando hacia la izquierda ya que había bastantes mojones en esa zona. A mitad de pedrera nos paso Agnes que subía con una agilidad increíble. Después de un buen rato saltando, esquivando, rodeando y trepando por enormes piedras llegamos a la parte final, un canchal de pequeños guijarros con una inclinación brutal, ¡y todavía nos quedaban más de cien metros de desnivel! Ayudándonos de los bastones y siguiendo el serpenteo del camino logramos alcanzar el paso de Contraix, el punto más alto de todo Carros de Fuego.

No queda nada

¡Vaya paliza!

Reconquistando para el reino de Aragón el paso de Contraix
Allí nos estaban esperando todos para darnos la enhorabuena y reconfortar a Mar que había llegado algo extenuada. Estuvimos unos minutos contemplando el enorme desnivel que habíamos subido por aquel terreno casi impracticable. Nos parecía realmente increíble. Bueno, pero lo que teníamos delante tampoco se quedaba atrás, bajamos por una fuerte pendiente hasta un nevero, lo pasamos con sumo cuidado ya que un resbalón nos podía llevar bastantes metros para abajo. Las enormes piedras tampoco se terminaban por esta vertiente, tuvimos que saltar bastantes mientras rodeábamos el Lago Contraix.

Se baja mejor que se sube
Estany Contraix
Un pequeño nevero para dar emoción

Al llegar al otro extremo de este rodeamos una pequeña loma en la que había unas antenas, daba la impresión que era una estación meteorológica. Seguimos y un poco mas adelante llegamos a una especie de balcón en la que se divisaba todo el valle del Contraix, aquella visión fue impresionante ¡vaya desnivel! No nos pudimos detener mucho ya que por nuestra derecha venían unas nubes grises realmente feas. Ante el temor de la lluvia nos apresuramos en la bajada aprovechando que el camino era bastante bueno, descendimos bastante en poco rato. Nos encontramos con el grupo de los cuatro veteranos que había estado descansado a los pies de una refrescante cascada. Bajamos un rato juntos hasta que Mar y yo decidimos para a comer.

El imponente valle de Contraix

Despues de tanta roca esta bien ver algo de bosque
Con el estomago lleno continuamos el descenso que discurría paralelo a un riachuelo y un desperdigado bosque. Llevábamos un buen rato bajando y ya se nos estaba haciendo pesado, daba la sensación que no se iba a terminar nunca cuando desde la altura divisamos el Estany Llong y el refugio. Nos quedaba aproximadamente media hora. Algo mas abajo cruzamos un rio por unos puentes de madera que te dejaban en el refugio de la Centraleta. Tras subir una ladera llegamos a la pista que finalmente dirige al refugio de Estany Llong. Había sido una etapa dura que unida a la del día anterior nos había dejado justos de fuerzas.


Ya se ve el Estany Llong

Refugio Estany Llong
La buena noticia es que en el refugio por fin había agua caliente. Hicimos cola para la única ducha y pagamos gustosamente los 2 euros que te daban derecho a 6 minutos de agua tibia. Una vez repuestos del esfuerzo y bien aseaditos nos juntamos todos en el exterior de refugio y Mr. Garmin nos dio una segunda clase de GPS, allí estuvimos todos embobados hasta la hora de la cena escuchando sus sabios consejos. Entre la emoción de la ducha, el hacer fila, el cansancio y la clase se nos olvido acercarnos a ver Estany Llong que estaba a escasos 5 minutos. En fin, asi tenemos una escusa perfecta para volver. En la cena nos sentaron con un par de parejas agradables con las que intercambiamos las típicas historias de montañeros. El extraño trío llego cuando ya estábamos terminando de cenar lo que volvió a alimentar nuestras conjeturas. Por lo menos hoy no me pusieron a “serrucho man” a roncarme en la oreja y pude tener una noche tranquila.


Track de la ruta

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