Sábado Santo
Amaneció semidespejado pero para variar estaban anunciadas fuertes lluvias para la tarde, ante esta situación Jesús y Pilar decidieron llevarnos a un lugar ciertamente encantador, las Cuevas de Susuei. Hay una ruta que llega a ellas desde la localidad de Echo pero ante la inestabilidad meteorológica reinante hicimos la excursión corta de apenas 3 km, ya nos habíamos mojado bastante el día de antes y no nos apetecía mucho volver a pasar por la misma situación. Cogimos el coche y fuimos hasta un punto en la carretera entre Ansó y Berdún, no sabría decir donde exactamente, de alli sale una pista que baja y en cinco minutos te lleva a un puente sobre el rio Veral. Lo cruzamos y seguimos el camino que está muy bien indicado ya que esta marcado con las líneas amarillas y verdes de un PR. La senda discurre entre abundante vegetación y es bastante llevadera ya que apenas hay desnivel. En el trascurso de la caminata nos encontramos un montón de bordas abandonadas y semiderruidas, según parece hasta principios del siglo pasado aquella era una zona de pastoreo.
Al cabo de unos 40 minutos llegamos unas balizas que indicaban una bifurcación del camino, antes de dirigirnos a las cuevas, tomamos la que indicaba la enésima variante del camino de Santiago para en unos 300 metros encontrarnos una pequeña cascada. Una vez disfrutado de su visión volvimos sobre nuestros pasos y, ahora si, tomamos el camino de las cuevas. Llegamos a otra borda abandonada, esta se encuentra mejor conservada, desde este punto ya podemos divisar nuestro objetivo, bajamos por el estrecho camino que se sitúa a la derecha de la borda y en unos minutos llegamos a las Cuevas de Susuei.
Vista de las Cuevas de Susuei entre la vegetación |
Resumiendo, pese a que nos hubiera gustado hacer algo más largo pasamos una mañana interesante y entretenida. Esta excursión creo que la recomendaría para hacerla con niños, seguro que se lo pasaran en grande.
Track de la ruta
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