sábado, 19 de marzo de 2011

Un día difícil. La Brecha de Roldan

Unos de los sitios que más nos gusta del Pirineo es San Nicolás de Bujaruelo, un lugar tan bonito como el valle de Ordesa pero un poco menos accesible y con un encanto especial. Hace un par de años acampamos allí un fin de semana con la intención de hacer una excursión hasta la brecha de Roldan.

Los informes meteorológicos no eran muy buenos para esos días pero aun así nos aventuramos, llegamos el viernes por la tarde, plantamos la tienda de campaña y nos echamos a dormir. Aquella noche cayó un autentico diluvio, el ruido del agua cayendo sobre la tienda y los truenos nos acompaño toda la noche pero por la mañana, salvo alguna nube dispersa, estaba despejado. Teníamos la duda si ponernos en marcha o quedarnos ya que habían anunciado tormentas para la tarde. Al final optamos por emprender la marcha con la idea de si se ponía feo darnos la vuelta. La subida hasta el Puerto de Bujaruelo tiene tela, 2 horas cuesta arriba aunque algún ratillo es más llevadero que otro.

Subida hacia el puerto de Bujaruelo
Cuando estábamos llegando al puerto, lugar fronterizo entre España y Francia unos nubarrones grises se empezaron a pegar en las cumbres, continuamos un poco más ya que una vez en Francia el terreno es más algo más fácil, pasamos un pequeño nevero.

Francia a mis pies
Mar pasando un nevero 
Pasado este había una pendiente llena de nieve, no íbamos nada equipados y además las nubes se estaban poniendo feas de verdad, asi que nos íbamos a dar la vuelta cuando apareció una parejita, el cargado con la mochila de los dos y ella, bastante “pijilla” por cierto, haciendo fotos a todas direcciones. Nos pasaron y subieron a toda velocidad, esta situación hirió en su orgullo a Mar que decidió que teníamos que subir (la comprendo, si esta Heidi subía nosotros no íbamos a ser menos). Con alguna dificultad debido a la cantidad de nieve lo hicimos y en algo mas de media hora estábamos en el refugio de Serradents. Allí nos comimos el bocadillo disfrutando de las maravillosas vistas, esas magnificas paredes graníticas que parecen inexpugnables y que se tienden vertiginosamente sobre el abismo varios cientos de metros, en su lado derecho todavía se aprecia claramente le herida que hizo la espada de Roldan en ellas y como colofón la espectacular gran cascada de Gavarnie presidiendo esta obra de arte de la naturaleza. Si hay un lugar del Pirineo Francés que me gustaría que estuviese en España seria este.

Unas vistas espectaculares
En la famosa Brecha
Cuando parecía que el tiempo nos iba a dar una tregua emprendimos la vuelta pero a los 10 minutos empezó a llover, 5 minutos después estaba granizando y 2 minutos más tarde nos estaban cayendo los rayos a pocos metros, Mar se empezó a poner nerviosa, la intente tranquilizar, le dije que dejásemos los bastones y que nos tirásemos al suelo, allí esperamos a que pasara la tormenta, la situación fue algo critica. Cuando la tormenta se alejo emprendimos el descenso. La lluvia nos siguió hasta que llegamos a la frontera, la cantidad de agua que caía era tanta que pese a llevar los chubasqueros la humedad nos empezaba calar. Cuando ceso el temporal ya solo nos quedaban un par de horas de descenso por terreno mojado y embarrado para estar de vuelta en nuestra tienda de campaña.
Fue una experiencia dura pero a la vez enriquecedora, aprendimos que hay que darse la vuelta cuando las cosas se ponen feas y que una retirada a tiempo es una victoria.

Track de la ruta

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