Castillo de Loarre y Pico Puchilibro

Hace tres años intentamos ir al castillo de Loarre. Era final de Enero, San Valero concretamente, habían anunciado alerta naranja por lluvia y nieve, pero la mañana amaneció con un sol radiante, solo hacia un fuerte viento pero eso aquí en Zaragoza es normal. En definitiva, que desoyendo los avisos que desde la DGT se lanzaban decidimos aventurarnos. Hasta Huesca todo iba perfecto, pero en la carretera dirección Ayerbe empezó a caer alguna bolisa pero ante el hermoso sol que había pesábamos que era algo que caía del camión que llevábamos delante. Al tomar el desvío de Bolea el cielo se torno totalmente gris y empezó a nevar repentinamente de una manera increíble, total que nos tuvimos que dar la vuelta sin ver el famoso castillo.

Vista del Castillo

Ayer con el tiempo más a nuestro favor por fin lo hemos podido visitar. El castillo de Loarre data del siglo XI y está francamente bien conservado. Dani disfruto un montón viendo aquella maravilla que mando construir Sancho III rey de Navarra. El guía que nos acompaño en la visita la hizo muy amena, te situaba muy bien en el contexto histórico de los años en el que fue construido el castillo, te daba datos detallados y te contaba anécdotas curiosas. Tras la visita guiada aun estuvimos un ratillo mas viendo todos los recovecos de este precioso lugar y haciendo alguna foto.

Después hicimos una excursión hasta la cima del pico Puchilibro de 1595 metros. La ruta sale justo detrás del aparcamiento que hay dispuesto para los visitantes del castillo, una pista bien marcada te adentra entre los pinares, a partir de este punto una suave subida te va llevando por una senda que trascurre por el medio del bosque, el camino no tiene perdida está muy bien señalado. Al cabo de unos 45 minutos llegamos a una pista y tras caminar por ella un centenar de metros nos adentramos de nuevo entre la vegetación. En este punto nos damos cuenta que el cielo esta cambiado su color azul por el gris de unos nubarrones que amenazan lluvia y sopesamos la opción de volver. Decidimos seguir y llegamos a una cresta algo expuesta, no es muy difícil, tendrá metro y medio de ancho y te puedes agarrar bastante bien a las rocas, el nivel de disfrute de Daniel va creciendo de manera inversamente proporcional al de Mar que no pierde detalle de los movimientos de su hijo.

Daniel y Mar al final de la cresta

Señalando la cima

 Tras superar la cresta nos encontramos algo de nieve, posiblemente caída dos días atrás, esto no entorpece para nada nuestra marcha. Un poco mas adelante nos encontramos un cartel que indica que la cima esta a 500 metros, con mucha ilusión hacemos este último tramo de ascensión, hasta que al fin encontramos la señal que indica que hemos llegado a la cima. Ha sido la primera montaña que sube Dani. Las vistas son espectaculares, por un lado se divisa toda la Hoya de Huesca y por otro lado gran parte del nevado Pirineo con la Peña Oroel en primer plano, también se ve perfectamente el embalse de la Peña. Nos comemos allí el bocadillo mientras disfrutamos del hermoso paisaje.

 La bajada se complica un poco, en vez de volver por el mismo sitio vamos en dirección a un repetidor de televisión, queríamos hacer una ruta circular como indicaba en la guía. Pronto nos encontramos con otra cresta algo peor que la de subida ya que estaba mas expuesta y acumula bastante nieve, además por si fuera poco está poblada con multitud de erizones, asi que con mucho cuidado y mas de un pinchazo la cruzamos. Después nos esperaba una cómoda pista asfaltada que nos llevaba a otra sin asfaltar, tras desorientarnos un poco decidimos tomar otra pista que al cabo de una media hora nos dejo directamente la parking.

No estuvo nada mal, pensábamos que sería algo más sencilla pero aun asi merece la pena. Daniel aguanto como un campeón y apenas se quejo, ya tenemos a un nuevo montañero.

Si queréis mas detalles de la ruta podéis verla en el siguiente enlace  http://senderos.turismodearagon.com/ruta.php?id_ruta=470