sábado, 28 de junio de 2014

Peña Montañesa por la Faja del Toro

Esta entrada en principio iba destinada a una actividad más refrescante pero una serie de circunstancias adversas nos obligó a buscar un plan alternativo, solo tuvimos que tirar de la larga lista de excursiones pendientes para elegir esta. La Peña Montañesa es una de esas cimas que debería figurar en las piernas de cualquier aficionado a la montaña y a nosotros todavía nos faltaba.

Ermita de la Virgen del Pilar
Comienzo de la ascensión
Todavía no vemos la cima
Vista a la derecha
Tuvimos suerte y aparcamos el coche justo donde empieza la excursión, con lo que nos ahorramos tener que volver caminando por la carretera unos 600 de metros desde el monasterio de San Victorian. Aun así me acerque a la ermita de la Virgen del Pilar (Ya se sabe lo devoto que soy de esta virgen). La ascensión empieza a lado de unos carteles informativos, el camino estaba perfectamente marcado y el piso en buenas condiciones, se nota que está muy transitado. Poco a poco le fuimos ganando metros a la montaña. Al cabo de una hora aproximadamente llegamos al desvío de la Faja del Toro, antes de salir habíamos decidido que iríamos por el camino normal pero cuando vimos las indicaciones no nos lo pensamos mucho y para allí que fuimos. Siempre es más interesante ir por un sitio y volver por otro, además había que darle un poco de emoción a la excursión.

Tierras del Sobrarbe
Toca bajar
Y ahora subir
Ya estamos en la Faja del Toro
Después de pasar un tramo en el que el camino estaba algo desdibujado nos vimos metidos en un fuerte descenso, había señales pintadas en rojo y algún hito indicando la dirección a seguir, pero aun así nos desorientamos en alguna ocasión mientras bajábamos por el barranco, que dicho sea de paso se encuentra en muy malas condiciones. Enseguida nos arrepentimos de haber tomado esta alternativa, pero solo pensar el esfuerzo que tendríamos que hacer para volver a subir este tramo nos hizo seguir hacia delante. Cuando la cosa parecía que mejoraba nos dimos de bruces con un pedregal por el que tuvimos que subir casi a cuatro patas. Con la tontería este pequeño tramo nos había costado casi una hora. Al final, algo cansados, entramos en la Faja del Toro. Por suerte el camino había mejorado bastante y aunque la senda sigue ganando altura progresivamente era bastante más transitable, eso sí estaba todo lleno de erizones (en estas ocasiones me acuerdo que aunque sea verano debería llevar pantalones largos).

Siempre hacia arriba
Con buenas vistas aéreas
Merece la pena el esfuerzo
Bonita pared de roca
Ahora que ya no nos acordábamos del mal rato que habíamos pasado antes empezábamos a disfrutar de las vertiginosas vistas aéreas que teníamos, del vuelo de los buitres planeando por debajo de nosotros y de las impresionantes paredes de piedra que seguro que habrán hecho las delicias de más de un escalador. Tras un buen rato en este particular paisaje el camino va girando hacia la derecha es entonces cuando vemos la cima de la Peña Montañesa, aún nos queda un buen rato de subida. Cuando ya pensábamos que no nos encontraríamos ningún tramo en malas condiciones nos dimos de lleno con otra barranquera, sabía que la excursión de hoy seria dura pero no me lo imaginaba tanto. Con tranquilidad comenzamos a subir por el nuevo obstáculo aun así nos costaba mantener la verticalidad. En este punto nos alcanzó el club de Montañeros de Tafalla con los que al final subimos hasta la cima. Superado este tramo de sufrimiento por fin tomamos la senda principal (en estos momentos piensas que nunca la deberías haber abandonado)

Peña Montañesa a la vista
Al fin un camino normal
Los últimos pinos negros
Descansamos un rato para encarar el asalto definitivo a la cumbre que atacaríamos por detrás. La vegetación empieza a desaparecer solo quedan algunos pinos negros aislados. Como anécdota contare que en este puntos nos cruzamos con unos “locos” que descienden en bicicleta de montaña (me pregunto por dónde habrán subido). Poco a poco nos metemos en medio de un paisaje de alta montaña, solo piedras y más piedras, pero se avanza con relativa facilidad, nada comparado con los tramos que habíamos pasado antes. Al fin alcanzamos el Picón d’o Libro (el punto más alto de la Peña Montañesa), había buenas vistas aunque los pirineos están parcialmente cubiertos alguna cima como el Poset se dejaba ver entre las nubes, hacia el sur, más despejado, los embalses de Mediano y el Grado ponían un toque azul a las tierras del Sobrarbe.

En la cima
Mirada hacia los Pirineos
Haciendo el ganso
La vecina Tuca
No teníamos ninguna prisa y estábamos muy a gusto en la cumbre por lo que estuvimos un buen rato. Para la bajada volvimos por donde pensábamos haber subido en un principio, como primer obstáculo nos encontramos otro canchal con mucha pendiente en el que hay que tener cuidado con no resbalar, paulatinamente el camino mejora hasta llegar la faja alta.

Bajar no sera fácil
Vista atrás
Faja alta
Desde aquí hasta el final apenas nos encontramos ninguna dificultad pero se nos hizo realmente largo, son bastantes kilómetros y ya llevábamos mucho desnivel acumulado.

Track de la excursión.

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