El Comodoto con raquetas

Parece increíble pero a estas alturas del año esta ha sido nuestra primera salida a la montaña. Para los que solo podemos subir al Pirineo los sábados o domingos ha sido un invierno bastante malo, borrasca tras borrasca con nombres como Emma, Félix, Giselle, Hugo o Irene se han sucedido cada fin de semana. El lado positivo que la terrible sequía con la que terminamos el 2017 parece quedar en el olvido.

Punta Coplán y La Suca

El bosque que atraviesa la pista

Las impresionantes paredes del Valle de Pineta

Collado de Espierba

Para nuestra vuelta al Pirineo en este 2018 elegimos el Pico Comodoto en el Valle de Pineta, quizá mucho desnivel para la primera salida del año pero es que estábamos sufriendo el síndrome de abstinencia y necesitábamos nuestra buena dosis de montaña. La excursión comienza al final de Espierba, justo donde termina la carretera y comienza la pista hay una pequeña zona donde se pueden dejar dos o tres coches.

Comodoto a la vista (cima de la derecha)

Una mirada hacia atrás para ver el Poset

Llegando a la arista del Comodoto

Panorámica desde la cima con el Monte Perdido al fondo

Comenzamos a caminar por la pista que estaba limpia de nieve, al fin y al cabo estamos en abril. Después de aproximadamente tres kilómetros ascendiendo por la pista por fin nos calzamos las raquetas, estábamos saliendo del bosque muy cerca del collado de Espierba. La verdad que a partir de este punto había mucha nieve, no sabría calcular pero por lo menos había un metro de espesor. Giramos a nuestra izquierda, detrás de unos montículos ya podíamos ver la punta de nuestro objetivo, y hay que decir que imponía bastante. La pendiente empieza a ser exigente, primero alcanzamos el Tozal Blanco, tras él un pequeño descenso y otra subida bastante dura. pero después de tanto tiempo de inactividad no nos importaba.

Pico Capilla

El Robiñera

Bonita formación rocosa

Grandes paisajes

Por encima del Pirineo

Llegamos a un collado donde empezaba la arista final del Comodoto, la verdad que imponía bastante, desde la posición que nos encontrábamos tenía una forma piramidal pero no daba la impresión que fuera muy técnica. Con calma y dosificando el esfuerzo logramos superar la enorme rampa para alcanzar la cima. ¡Que gozada de vistas!

La bajada se nos hizo algo pesada ya que el excelente día y las altas temperaturas que hacia estaban dejando la nieve muy blanda y alguna vez nos hundíamos hasta la rodilla. Una excursión muy recomendable que ha servido para inaugurar una temporada de montaña que esperemos que nos traiga grandes e interesantes momentos con los que disfrutar de nuestra afición.

Track de la excursión