domingo, 18 de septiembre de 2011

A la tercera el ibón de Anayet

A la espera que la rodilla de Mar se vaya recuperando voy a “repescar” alguna de las excursiones que hicimos en el pasado. Como ya conté en otra entrada tenía clavada la espinita de ver los ibones de Anayet, al año siguiente de haber tenido que abandonar por segunda vez lo volvimos a intentar. Era a principio de julio del 2008 y esta vez lo intentamos por el otro lado, desde la estación de esquí de Formigal.

Dejamos el coche en uno de los parking de la estación (el aparcamiento de Anayet, para que no te pierdas) y comenzamos a subir, en principio por una pista asfaltada que lleva a los edificios de la estación, una vez superado este tramo ya te metes en un prado. Mientras el camino te va girando hacia la derecha vas ascendiendo, no hay mucha subida pero es bastante dura además Mar estaba algo “pocha” ese fin de semana, algún virus le había dejado con las fuerzas justas.

Seguimos siempre pegados al arroyo que baja de los ibones, dejamos una cascada a nuestra derecha y en unas dos horas y media llegamos a la explanada donde se encuentra el ibón. El día estaba incierto con nubes y claros, contemplamos un rato el paisaje y dimos la vuelta al ibón. Por uno de los laterales veíamos subir a la gente que venía desde la ruta de canal roya.


Un día deslumbrante
Continuamos con nuestro recorrido circular hasta llegar al cuello por el que se sube a la cumbre del pico que da nombre al ibón. Vi como otros excursionistas estaban ya a mitad de camino, tome referencias y me di cuenta que no me costaría mucho subir hasta la cumbre, el Anayet me llamaba lo veía tan cerca que lo tenía que intentar. Mar me dijo que subiese yo solo que ella se quedaba esperándome que no se encontraba bien y se iba a quedar a descansar.

Vista del Ibón de Anayet dese la cima
Canal Roya y el Midi d'Ossau al fondo
Emprendí mi marcha, subí a toda velocidad por el cuello que separa el Anayet de su vértice, gire a mano derecha hasta llegar a la cadena, que en mi opinión es más un quitamiedos que otra cosa, aunque ya se sabe que en esto a los que a unos le parece fácil a otros no tanto. Superada la cadena continué un poco hasta llegar a una especie de chimenea, una trepadilla sin apenas dificultades y en unos 40 minutos cima. Las vistas eran bastante buenas, canal roya y el omnipresente Midi d’Ossau al fondo sobresalían del resto. Desde la cima podía ver a Mar le hice señales pero no me veía, luego me dijo que se había echado la siesta y no se había dado cuenta.

Satisfecho tras la ascensión

Estuvo bien el día, por fin habíamos llegado al ibón del Anayet y sin pretenderlo había subido a la famosa montaña. Cuando regresábamos de nuestra excursión, nos encontramos a unas mujeres, con unos ramos de flores enormes y aún seguían arrancando más, no pude contenerme y les tuve que decir algo, si todos que vamos al monte volviéramos con un montón de flores en cuatro días el Pirineo estaría arrasado.

Track de la ruta

1 comentario:

  1. Hoola

    Muy bueno el blog, y con grandes ideas... Seguro que os copiamos alguna escapada...

    Un Abrazo, y gracias por la info...

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