sábado, 4 de abril de 2015

Pico Mondinero y Barranco de las Gargantas

Siempre digo que la Sierra de Guara esconde lugares sorprendentes y que merecen la pena descubrir, pero a su vez, para mi gusto, es bastante estacional y quitando primavera y otoño el resto del año por su clima extremo y seco me resulta menos atractiva. Como la primavera está empezando a despuntar para el día de hoy pensamos subir al Mondinero. Había leído en una guía de excursiones que era un recorrido asequible, aunque al final no lo fue tanto, y que si hacíamos el recorrido en circular podíamos ver dos de las caras paisajísticas de la Sierra de Guara.

Presa de Vadiello
El Puro, Pico de San Jorge, La Mitra y el Pico Borón
Una mirada hacia atrás
Salimos del embalse de Vadiello, pasamos por su presa para desde la otra orilla seguir por una pista en perfecto estado. Al cabo de un par de kilómetros encontramos el desvió hacia las ermitas de San Cosme y San Damián, nosotros seguimos por la pista pero antes nos acercamos a ver el esconjugadero que había en el mencionado desvío. Sin detenernos más que lo justo para hacer una foto volvimos al camino hasta encontrar, algo más adelante, una bifurcación en la que tomamos el camino de la izquierda para encarar ya nuestro objetivo.

Esconjugadero
Ermitas de San Cosme y San Damián
Objetivo a la vista
Cada vez la senda era más estrecha hasta que finalmente desapareció, ahora teníamos ante nosotros un largo canchal y además con mucha pendiente. Si caminar por este tipo de terrenos ya es de por sí bastante ingrato este por su longitud se nos hizo especialmente duro. Cuando el camino mejoro ya teníamos la cima a nuestra vista, aunque todavía había mucha piedra suelta el paisaje estaba salpicado por el verdor de los erizones, esto unido a que la pendiente era más suave hizo que el último tramo de ascensión fuese más llevadero. Ya en la cima descansamos un poco y admiramos el paisaje, el Tozal de Guara, Punta Fragineto, El Pico Borón y los embalses de Vadiello y Calcón dibujaban una bonita vista panorámica de 360 grados.

Romero en flor
Camino ingrato
A media ladera
Ya queda poco
Para bajar optamos por hacerlo por la cara norte. Era bastante empinada pero al menos se apreciaba el camino, al cabo de unos minutos llegamos a un lugar con un pequeño destrepe, nada complicado, además está equipado con una cuerda que ayuda bastante. Desde este punto el camino se va perdiendo entre la vegetación y tuvimos que atravesar varias zonas de matorrales con sus correspondientes pinchazos y arañazos hasta que finalmente llegamos al collado de Fragineto. Es lo malo de estos primeros compases de la primavera que los caminos no están lo suficientemente transitados y la vegetación ha ganado la batalla al terreno durante el invierno.

Pico Borón desde el Mondinero
Nosotros estuvimos allí
Destrepe con cuerda
Desde el collado teníamos un bonito descenso entre el bosque, además por un camino en buen estado, ya podía haber sido el de subida parecido. Perdimos altura a gran velocidad hasta llegar al fondo del Barranco de las Garganta, allí nos juntamos con el camino que viene de Nocito y con el río Calcón. Al mirar hacia arriba teníamos las típicas y espectaculares paredes que salpican la sierra de Guara. El camino debe pasar el río varias veces e incluso es el mismo río en si por lo que hubo que saltar de piedra en piedra en multitud de ocasiones. Fue un rato de lo más divertido, a estas altura ya habíamos olvidado el mal momento de la ascensión y los pinchazos de la bajada.

Barranco de las Gargantas
Los he visto mas hábiles
Ermita Fabana
Al final salimos del barranco, ahora el camino transcurría otra vez entre el bosque lo que nos vino bastante bien, era mediodía y ya hacia bastante calor para las fechas en las que estábamos. Nos llamó la atención las hileras de pinos plantados a los lados del camino, es una interesante forma de marcar el camino. Tras un rato caminando entre el bosque llegamos a la Ermita de Fabana, no nos detuvimos mucho aun nos quedaba un trecho para el final y comenzábamos a estar cansados.

Ruinas de la Tejería
De vuelta a Vadiello
Dejamos la ermita atrás y algo más adelante salimos de nuevo a la pista por las ruinas de la Tejería. Ya solo nos faltaba descender unos tres kilómetros por la pista para completar la excursión, había resultado más dura de lo esperado pero aun así nos resultó muy interesante.

Track de la excursión

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