sábado, 17 de agosto de 2013

Al Petrechema con tranquilidad

Salimos desde la “tasca” de Linza, no habíamos vuelto a este lugar tras el mal sabor de boca que nos dejó cuando nos alojamos allí realizando la Senda de Camille. Empezamos a caminar sin tener el objetivo muy claro, no sabíamos si intentar la mítica Mesa de los tres Reyes o subir al Petrechema, lo decidiríamos más adelante, durante un buen tramo el camino es común.

Si a este refugio no se llegase en coche...
Preciosa flor pirenaica
Llevamos un paso suave, nos pasaron varios grupos, yo pensaba que la mayoría de ellos tenían la intención de ascender el pico más alto de Navarra ya que a todos se les veía con ganas y sobrados de fuerza. Durante el ascenso me percaté que había marcas rojas y blancas de GR al regresar a casa descubrí que se trataban de una variante de la GRT 13 que lleva hasta la localidad francesa de Lescun. Por el camino nos encontramos un lirio blanco, que según nos contaron sale uno cada 10000, así que se podría decir que tuvimos suerte.

Uno entre diez mil
Collado de Linza. Mesa o Petrechema
Feliz cual pastorcilla
Pico Acherito
Íbamos muy tranquilos y sobre todo disfrutando del estupendo día que hacía por lo que nos costó llegar al de Collado de Linza casi dos horas, ahora tocaba decidir. Observo que la mayoría de la gente va al Petrechema, quizá sea lo más acertado, hoy no habíamos madrugado mucho y además, como he comentado, el paso que llevábamos no era muy vivo. Llaneamos un poco, en el lugar había varios rebaños de ovejas y cabras que pastaban impasibles a nuestra presencia. Antes de rodear un pequeño montículo por su izquierda contemplamos al otro lado del valle el Pico Acherito.

Ultima rampa
Nubes y montaña
Agujas de Ansaberet
Cima del Petrechema
Llegamos al último tramo, un largo pedregal, pero que se deja subir con facilidad por su arista. Como no podía ser de otra forma en la cumbre coincidimos con varios grupos de los que nos habían pasado. Echamos un vistazo a la vertiente francesa y por fin vemos las agujas de Ansaberet, era uno de los motivos para subir hasta aquí. Aunque pronto la niebla y las nubes bajas las ocultan a nuestra vista.

Otra cima a nuestras piernas
Nubes sobre el valle
De regreso a Linza
Bajando por la pedrera nos encontramos a unos franceses que suben con las bicis a cuestas ¡qué bárbaro! bajar por allí sobre dos ruedas se me antoja suicida. Regresamos a Linza por el mismo camino bastantes satisfechos, no ha sido una ascensión muy dura pero me ha parecido preciosa, ahora ya tenemos la mente puesta en atacar La Mesa de los Tres Reyes en un futuro cercano.

Track de la ascensión

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