miércoles, 16 de mayo de 2012

A por el cuarto. El Espelungueta

El Espelungueta es un fácil y accesible monte de, aproximadamente, 1900 metros con unas espectaculares vistas e ideal para que Daniel subiera su cuarto pico, tras el Puchilibro, la Peña Oroel y el Pazino. Por fin volvió a acompañarnos Mar que ya se ha recuperado de sus problemas de espalda, aun asi nos repartimos sus cosas en nuestras mochilas para que no llevase peso evitándole alguna posible recaída.

Daniel marcando el paso en el inicio de la ascensión
Partiendo del refugio de Lizara tomamos el camino que lleva al collado de Foratón, al poco rato paramos en la Fuenfria donde echamos un trago y llenamos nuestras cantimploras con su excelente y fresca agua. Continuamos tranquilamente para un poco más arriba desviarnos a la izquierda abandonando la pista principal para encarar nuestro objetivo. En un recodo del camino nos encontramos con un nevero donde Dani se lo paso en grande “esbarizando el culo” como se dice aquí en Aragón.

Tomando un respiro en la Fuenfria
Camino algo desdibujado
Vista del Bisaurin
Seguimos por mitad de la ladera, justo por debajo de las denominadas crestas del gallo, sorteando barrancos por unos caminos poco marcados y en los que hay que estar atento para no salirse.
Plácidamente, con algo de conversación, unas risas, disfrutando del paisaje y del excelente día, habíamos alcanzamos la parte trasera del Espelungueta sin apenas darnos cuenta. Antes de encarar la parte final de la ascensión, estuvimos  viendo a lo lejos  como un par de sarrios subían y bajaban las laderas con una facilidad y agilidad asombrosa.
En los últimos metros tuvimos que subir por una corta pedrera que lleva a una especie de balcón que se tiende sobre un cortado, pero no hay que tener miedo que es bastante ancho, superado este pequeño tramo alcanzamos la cumbre.

Al fondo la cima del Espelungueta
¡Bien!, prima. ¡Bien!
Foto de equipo
Ya llevo cuatro
Como no podía ser de otra forma estuvimos un buen rato alli apreciando cada detalle del paisaje y dando cuenta del almuerzo que es el otro gran placer de subir montañas.
La bajada fue algo complicada ya que decidimos descender campo a través, y en algunos puntos la pendiente era bastante fuerte, sobre todo en la zona boscosa ya que había que ir sorteando algunas ramas, aun así se hizo bastante llevadera ya que en un principio Daniel y luego todos los demás, aprovechamos cualquier resquicio de nieve para empezar una guerra de bolazos. Tras un buen rato de baja encontramos el camino principal que en unos 20 minutos nos dejo de vuelta en el refugio de Lizara.

A unos metros del refugio de Lizara
 

Track de la ruta

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