sábado, 20 de julio de 2024

Pico Sacroux

Imagina un día con algo de nubosidad, el ligero viento da una sensación de frescor en medio de la ola de calor que estamos viviendo. Nos encontramos al final de la carretera A-139, a 1.789 metros de altura. Tenemos delante nuestro la pradera de los llanos del hospital y la sensación que hoy vamos a tener un gran día.

Los llanos del hospital, punto de partida
Hypericum richeri
Salto de agua
Campanula rapunculoides
El recorrido no deja de sorprendernos en sus primeros compases, flores, saltos de agua, arroyos y una vista cada vez mas imponente de las montañas que nos rodean. Al cabo de una hora llegamos al Ibon de Gorgutes que a estas primeras horas de la mañana es un remanso de tranquilidad solo rota por nuestra conversación. Seguimos ascendiendo por una cómoda senda, pero antes de encarar la segunda parte de la ascensión nos desviaremos a la derecha para ver el puerto de Glera y contemplar la vertiente francesa con su típico mar de nubes bajas.

Lirio
Puente sobre el barranco de Gorgutes
Ibón de Gorgutes
Vistas desde el puerto de Glera
Después de contemplar esta bonita postal, nos desviamos hacia la izquierda. La senda se vuelve más empinada. A medida que ascendemos, la vegetación va desapareciendo y pronto estamos rodeados de bloques de roca, la alta montaña nos abrazara poco a poco. En unos minutos llegamos a la parte emocionante de la jornada. Seguimos los mojones y las marcas de pintura. En algunos tramos, necesitamos usar las manos para trepar. La adrenalina comienza a fluir mientras nos aferramos a la roca. Pero estamos convencidos que cada esfuerzo valdrá la pena.
Nubes bajas
Paisaje de alta montaña
Trepando
Estación de esquí de Superbagneres
Finalmente, llegamos a un pequeño collado, desde aquí vemos un viejo pluviómetro. Pero lo mejor está por venir. Ascendemos un poco más y alcanzamos la cumbre del Sacroux, a 2.671 metros. La panorámica es indescriptible. No sabemos hacia donde mirar, cada lugar en el que fijas la vista te parece mas bonito que el anterior. Esta es una de las cimas que sin duda dejan huella en la memoria. Para bajar, seguimos la misma ruta, pero a mitad de camino nos desviamos un poco para ver los ibones de la solana de Gorgutes, otro tranquilo lugar donde paramos un rato a descansar y comer el bocadillo.

Salvaguardia, Aneto
El verdor de los valles Franceses
Ibón de Gorgutes ahora bañado por el sol
En el ibón de la solana de Gorgutes

Ya solo nos quedaba el descenso hasta la carretera donde pusimos fin a esta espectacular excursión que fue incluso mejor de lo que habíamos imaginado.

Track del recorrido

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