miércoles, 30 de junio de 2021

Durmiendo a orillas del Ibón del Anayet

Era hora de desempolvar la tienda de campaña, ya casi no me acuerdo la última vez que la utilizamos. Así que buscamos un lugar que resultara relativamente fácil de acceder y que el entorno, como dice Mar fuera “de ensueño”. No tuvimos que buscar mucho los ibones del Anayet encajan perfectamente con estos requisitos.

El barranco de Culivillas
Repleto de flores
Contemplando el valle de Canal Roya
Ibón pequeño del Anayet

A media tarde comenzamos el ascenso por el barranco de Culivillas, en un par de horas estábamos montando la tienda de campaña a orillas del Ibón. No hizo una tarde-noche agradable, hacia algo de frio y algo de viento, pero no nos importó mucho, las vistas del pico Anayet cubierto de nubes que iban y venían, los rojizos tonos del atardecer, la tortilla de patata de la cena y un cielo cubierto de estrellas a media noche, superaron nuestras mejores expectativas.

Pico Culivillas reflejado en el Ibón de Anayet
Siluetas en el atardecer (nuestros vecinos de tienda)
Nuestra acogedora habitación de hotel
Silueta del Pico Anayet con las ultimas luces del día

A primera hora de la mañana recogimos la tienda y ascendimos primero al vértice del Anayet y después al Pico Espelunciecha para completar 24 horas de montaña en uno de los rincones con más encanto del Pirineo.

Al fondo el Midi D'assau
Una mañana espectacular
En la cima del Vértice del Anayet
El Espelunciecha tiene unas vistas magnificas




Track de la excursión

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