Dejamos atrás el refugio de Certascan con algo de pena ya que el entorno donde se encuentra nos había enamorado y la hospitalidad recibida en él fue excelente. Descendimos unos metros de altitud para seguidamente volver a ganarlos, en una hora aproximadamente estábamos en el Estany de Romedo Dalt que a estas primeras horas de la mañana tenía una luz especial. Descendimos al Estany de Romedo Baix para rodearlo y luego adentrarnos en un pequeño valle con el pico Guilo al fondo. A mitad de este valle, por su derecha, comenzamos la primera ascensión fuerte de hoy que nos llevaría al Port de L’Artigue.
Como viene siendo habitual cada vez que pasamos a territorio francés las nubes bajas y la niebla estaban allí esperándonos. Descendimos, no sin dificultad, por unos grandes bloques de piedra. Una vez abajo y con el terreno más transitable teníamos delante el segundo ascenso del día que nos dejaría al lado del Puntal de Recós. Otro rápido descenso (esta etapa es un rompe piernas) y de nuevo para arriba, pero esta vez nos resultó bastante complicado poder seguir el camino, la niebla era muy densa e incluso con el GPS nos resultó difícil además apenas había marcas que nos pudieran guiar.
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