El buen tiempo y una excursión a priori bonita e interesante hizo que 23 Bisaurines nos diésemos cita para dar la vuelta a la mítica y peculiar montaña francesa.
El único inconveniente que tuvimos es que están arreglando el aparcamiento que hay al lado del lago de Bious-Artigues por lo que debimos dejar los coches algo más abajo y hacer un kilómetro de más, pero al ver el bonito paisaje que se divisa desde la presa se nos olvidó el esfuerzo extra.
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Inicio del trayecto |
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Midi D'Ossau sobre el embalse Bious Artigues |
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No sera la única foto del Midi que veáis hoy |
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Camino atravesando el bosque |
El camino bordea el embalse por la izquierda para luego adentrase en un estupendo bosque. Como siempre a estas primeras horas de la mañana la sombra de las hayas y la humedad hacen que caminar resulte especialmente agradable.
Cuando salimos del bosque, nos encontramos un cartel que indicaba que a mano derecha se encontraban los lagos de Ayous pero nosotros continuamos hacia la izquierda para atravesar la enorme pradera de Bious, que aparte de estar surcada por el arroyo del mismo nombre en estos días se encuentra repleta de un manto de flores amarillas.
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A la izquierda |
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Entrando a la pradera de Bious |
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Flores amarillas sobre la hierba |
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Cabaña de Cap de Pount |
Como el grupo iba algo desperdigado disfrutando del entorno y la conversación, no nos dimos cuenta que nos habíamos pasamos el desvío hacia el puerto de Peyreget, pero no hubo problema, siguiendo el camino por el que íbamos enlazamos con la GR-P a la altura de la cabaña de Cap de Pount y desde allí comenzamos el ascenso hasta el puerto, otro kilómetro de más.
Empezamos a ganar altura en unos duros tramos que fuimos superando con los innumerables zig zags del camino. Cuando el ascenso dio algo de tregua paramos para hacer un pequeño avituallamiento, este primer repecho había sido algo exigente.
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Primeras rampas |
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Esta subida no tiene fin |
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Disfrutando del paisaje |
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Ovejas psicópatas a los pies del Midi |
Volvimos a la marcha, ahora ya teníamos una vista más cercana del Midi. Continuamos por una ladera herbosa donde nos encontramos con un enorme rebaño de ovejas y cabras que tuvimos que esquivar, venían literalmente siguiéndonos. Continuamos progresando hasta llegar al ibón del Peyreget desde donde empieza otro tramo de fuerte subida y ahora por un canchal, aunque el tamaño medio de las rocas hacia que progresar no resultase insufrible. Con algo de esfuerzo llegamos al collado del Peyreget, abajo se podía ver el refugio de Pombie pero antes de bajar hasta él nos lanzamos a la conquista del Peyreget (2484 m.).
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Lago Peyreget |
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Canchal en el camino |
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Otra vista de la montaña |
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La bota no puede faltar en una excursión de los Bisaurines |
Apenas supuso veinte minutos llegar hasta su pequeña cumbre. Los cielos despejados propiciaban que tuviéramos unas vistas estupendas de gran parte del Pirineo, además de un impagable primer plano del Midi D’Ossau. No sé qué tiene esta montaña que mires por la cara que la mires resulta espectacular. Aunque hubiéramos estado horas en la cima nos quedaba un buen trecho para completar la excursión de hoy.
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Pasado y futuro |
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Midi D'Ossau desde la cima del Peyreget |
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Descendiendo a Pombie |
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Lago con restos de nieve |
La bajada al refugio resulta relativamente sencilla y además se hizo bastante atractiva ya que pasamos por un par de ibones que todavía se encontraban con una buena capa de hielo. Cuando llegamos a Pombie aprovechamos para comer y los más inconscientes para echarse un baño en las gélidas aguas del lago. Vino bien para quitarnos el calor de encima, aunque estábamos en el Pirineo la ola de calor que esta semana azota la península Ibérica también nos estaba dejando unos buenos 30 grados a este lado de la frontera.
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Llegando al refugio |
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Piscina a los pies del Midi |
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Refugio de Pombie |
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Hacia el collado de Suzon |
Con las pilas recargadas volvimos al camino, enseguida nos encontramos otro mar de piedras que durante aproximadamente un kilómetro hizo que tuviéramos que prestar atención a donde poníamos los pies, después la senda mejoro y llegamos al puerto de Suzon. Delante de nuestros ojos apareció otro enorme valle por el que deberíamos descender, había un buen trecho y además a pleno sol. Por suerte casi llegando al final de la excursión entramos en un amigable bosque que estaba esperándonos con su envolvente sombra.
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Para los despistados |
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Comienza el largo descenso |
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Sombra |
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Preciosa haya centenaria |
Repasando en casa el trayecto me di cuenta que desde el puerto habíamos descendido la nada despreciable cifra de 800 metros.
De regreso a los coches podía ver en el grupo las caras de cansancio pero a la vez de satisfacción, no me equivocare mucho si pienso que a la mayoría nos pareció una excursión de las de recordar.
Track de la excursión