Una vez al año nos gusta acampar en altura a orillas de algún ibón o en algún sitio tranquilo del Pirineo. Después de una corta pero asfixiante excursión debido al sofocante calor del que no se libra ningún lugar de la península ibérica, llegar al Ibón de los Asnos fue una experiencia mágica y profundamente gratificante.
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Un precioso atardecer |
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La ultimas luces del día |
La sensación de conexión con la naturaleza nos envolvió mientras contemplábamos el anochecer y degustábamos una deliciosa tortilla de patata, creando un momento de paz y plenitud.
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Amanece en el Pirineo |
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Ibón de Sabocos |
Vivir estos instantes lejos del bullicio de la vida cotidiana para nosotros no tiene precio y nos satisface mucho mas que cualquier hotel de 5 estrellas.
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