El pico del Aguila

Con los años hemos aprendido que para la primera excursión de la temporada hay que tener en cuenta un par de factores, no ha de ser excesivamente larga ni tiene que tener mucho desnivel. Las piernas durante el invierno se han hecho a otros deportes y cualquier exceso lo pagamos durante algunos días en forma de agujetas.

Atravesando el bosque

Las vistas cuando salimos de el

Infinidad de flores adornan el camino

A priori el Pico del Águila encajaba perfectamente en esta premisa. Saliendo por el final de Canfranc Estación iremos describiendo una infinidad de “zetas” para atravesar un tupido bosque a la par que iremos ganando altura de manera gradual, lo que hace que la caminata sea agradable y no demasiado exigente. Superado el bosque la vegetación se va abriendo y nos permite disfrutar de vistas panorámicas (aunque el polvo sahariano que nos acompaña estos días hace que la vista no sea muy clara)

¡Cima a la vista!

Una cima más

Canfranc, La Moleta y al fondo la Collarada

En un giro del camino por fin contemplamos nuestro objetico, solo tenemos que ascender de manera trasversal por una pedriza para alcanzar la antecima, una vez allí y tras una pequeña trepada sin apenas dificultad, coronaremos el Pico del Águila. La cima nos recompensa con vistas interesantes de la Moleta, la Collarada, el valle de Canal Roya, el Aspe y los Lecherines.

Desde la cima del Pico del Aguila

Mirando al Aspe

Entrada al valle de Canal Roya

Bajamos por el mismo camino, pero a mitad de este nos desviamos hacia el Vivero de Secras, quizá es un poco más largo el descenso a Canfranc pero la belleza del bosque por el que se circula merece la pena.

Un bosque con encanto

Con su princesa

En resumen, el Pico del Águila es una excursión ideal para comenzar una temporada de senderismo que esperemos sea de lo más atractiva, la espectacularidad de sus vistas y su accesibilidad hacen que valga la pena cada paso.

Track de la excursion