Para culminar estos tres días por Benasque decidimos hacer una excursión sencilla (todavía teníamos las piernas algo cansadas de sobresfuerzo de ayer). El Ibón del Coll del Toro se adaptaba perfectamente a lo que necesitábamos hoy. Recorrido fresco, corto, con no mucho desnivel y bonitos paisajes. En el camino pudimos ver de nuevo la Cascada de Aigualluts, pasamos por el Plan de Aigualluts y el barranco de L’Escaleta y finalmente el Ibón del Coll del Toro, un remanso de paz solo interrumpida por los cencerros del abundante ganado que se encontraba en las proximidades.
Un clásico que siempre hay que visitar. Bonitas fotos y bonito lugar
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