En el país de los Pirineos. Parte 4 y última. Lagos de Pessons

Para el último día dejamos esta corta pero interesante excursión. Atravesamos todo Andorra para llegar a Grau Roig Dejamos el coche en lo que supongo que era el último parking de la estación de esquí. La verdad es que estábamos algo cansados y el calor que estaba haciendo hoy desde primera hora de la mañana hizo que nuestro ritmo fuera bastante pausado.

Autobus 4x4

Estany Primer

Otra perspectiva del Estany Primer

¡Cómo me esta gustando Andorra!

Subimos por una de las pistas que atraviesa la estación de esquí, este tramo te lo puedes ahorra si subes en un autobús 4x4 que te deja en el primer Lago, pero son 25 minutos de camino hasta el por lo que desestimamos tomar la alternativa motorizada. Lo que más nos sorprendió cuando llegamos a orillas del Estany Primer era la cantidad de plantas acuáticas que tenía, estamos acostumbrados a los ibones de altura que por sus frías aguas apenas favorecen el crecimiento de este tipo de vegetación.

Estany Forcat

Estany Rodó

Estany Meligar

El gran montañero

Continuamos caminando para llegar a los siguientes lagos, el camino apenas tiene perdida además está marcado con los inconfundibles puntos amarillos con los que están señalizados todos los senderos de Andorra, uno a uno fuimos pasando el Estany Forcat, el Estany Rodó y el Estany del Meligar todos de diferentes tamaños y con su encanto especial. Al final llegamos al Estany de les Fonts y decidimos descansar un rato. Ciertamente allí se respiraba tranquilidad y la conexión con la naturaleza era total pero no podía ser todo perfecto y tuvimos la mala suerte que a los 5 minutos de estar allí llego un club de montaña bastante maleducado (de Madrid para más señas) que hizo que lo podía haber sido un remanso de paz se convirtiera en un auténtico infierno.

Estany de les Fonts

De regreso nos encontramos con multitud de estos pequeños charcos

Otro lago, este sin nombre

Se nos quitaron las ganas de subir al Estany del Cap dels Pessons que se encontraba un poco más adelante por lo que decidimos volver huyendo del vocerío de tan insoportable grupo. Después de los preciosos lagos que habíamos visto para el camino de vuelta no esperaba mucho pero una infinidad de pequeños laguitos y alguna manada de caballos despertó nuestro interés haciendo más agradable el regreso.

De nuevo en el Estany Forcat

Volviendo al Estany Primer

Al final regresamos al Estany Primer y en la estupenda terraza que tiene el bar que se encuentra en sus orillas nos tomamos un refrigerio. No nos duró mucho la tranquilidad ya que nuestros “amigos” también pararon a tomarse algo allí y vinieron con su “alegre” bulla.

En definitiva una bonita y familiar excursión que sirvió para despedirnos de unos días en el país de los Pirineos pero que se vio empañada por esa gentuza que le gusta hacerse notar allí donde va.

Track de la excursión